Juan Manuel Portal Martínez. Titular de la Auditoría Superior de la Federación durante el periodo 2010-2017.
Aunque la fiscalización superior tradicionalmente ha sido entendida como un mecanismo de rendición de cuentas, es innegable que en la actualidad su impacto se extiende más allá de la simple revisión de los ingresos y egresos de los ejecutores del gasto público, puesto que se ha convertido en un instrumento clave para la mejora de la gobernanza nacional, lo cual tiene repercusiones claras en el clima de negocios del país.
Como es sabido, algunas de las tendencias actuales en la investigación sobre el correcto funcionamiento de los mercados están centradas en la mejora regulatoria como medio para brindar certidumbre a los agentes económicos y, consecuentemente, atraer y retener inversiones domésticas y extranjeras. En este escenario, la facilidad para hacer negocios se posiciona como uno de los objetivos centrales de las políticas industriales y de comercio de los países.
La labor de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en esta importante asignatura se enfoca, principalmente, en la revisión de los procesos de licitación de obra pública e infraestructura, ya sea a través de los esquemas tradicionales de financiamiento o por medio de las modalidades de asociaciones público-privadas. Al respecto, a través de la fiscalización superior se ha documentado que las contrataciones de este tipo de proyectos continúan presentando fallas considerables en materia de transparencia y rendición de cuentas.
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