Hacia un futuro más eficiente y sostenible
Wise cities, la siguiente generación de las smart cities*
En este trabajo se presentan las características frecuentes de las llamadas smart cities, caracterizadas por contar con equipos digitales que informan del estado de algunos servicios públicos, y la posible evolución a las ahora llamadas wise cities, que son propuestas para mejorar la eficiencia de los servicios con base en la aplicación coordinada de las últimas tecnologías, para dar a la población la posibilidad de seguir la operación de la ciudad, desde informarse hasta participar en decisiones, con el fin de orientar a la autoridad sobre sus requerimientos, con la utilización de las herramientas más avanzadas.
Luis Enrique Maumejean Navarrete Ingeniero civil con maestrías en Planeación y en Sistemas con 58 años de experiencia. Precursor de internet y temas digitales en ingeniería e infraestructura.
Palabras clave: smart cities, wise cities, calidad de vida, instrumentación digital, TIC, urbanos.
En la actualidad, las ciudades enfrentan desafíos crecientes en términos de sostenibilidad, eficiencia y calidad de vida para sus habitantes. A lo largo de la historia se han dado esfuerzos para mejorar las condiciones de las ciudades; así París fue ejemplo de trazo urbano (figura 1) y Arabia Saudita, con La Línea (The Line), pretende ser ejemplo de una ciudad deseable para vivir (figura 2). Las smart cities, o ciudades inteligentes, surgen como una solución para abordar estos retos. El principal objetivo de una smart city es instrumentar la ciudad para mejorar sus funciones, lo que se traduce en una mayor eficiencia en el uso de recursos y un impacto ambiental reducido. Esto se logra mediante la integración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de muchas otras en algunas áreas de la ciudad (figura 3).
Para alcanzar este objetivo, el desarrollo de una smart city se divide en varias etapas. Idealmente se inicia con la planificación, que aborda el sembrado, urbanización y sostenibilidad; se definen los objetivos y el alcance del proyecto, se seleccionan las bases tecnológicas y de infraestructura iniciales, se desarrolla la infraestructura física y digital necesaria y se evalúa la viabilidad técnica, económica y social de cada proyecto. En las etapas de construcción, ampliaciones y renovaciones, se desarrolla la infraestructura necesaria y se realizan modificaciones aprovechando los avances tecnológicos.
Posteriormente, en la etapa de transferencia, se facilita la transición de los habitantes y organizaciones a la nueva infraestructura, hacia una operación eficiente y sostenible.
Después se implementan planes de mantenimiento preventivo y correctivo para garantizar la longevidad y funcionalidad de la infraestructura y la instrumentación.
Por último, en la etapa de cambio de vocación, se adaptan y reestructuran áreas de la ciudad para nuevos usos y necesidades conforme evolucionen las demandas de la población y la tecnología.
Una smart city aborda múltiples áreas esenciales para mejorar la eficiencia urbana. Estas áreas incluyen la protección climática, la logística y el suministro de bienes mediante tecnologías de optimización y comunicaciones; se facilita el comercio electrónico, además de la gestión eficiente del agua mediante tecnologías de monitoreo y distribución inteligente, y eventualmente el uso de energías limpias como la solar y eólica que abastezcan la ciudad de manera sostenible. La cobertura de redes 5G y fibra óptica garantiza la conectividad, mientras que las soluciones de transporte no invasivo reducen el tráfico y la contaminación, para aproximarse a la ciudad de 15 minutos. La creación y mantenimiento de espacios verdes mejoran el medio ambiente, y el desarrollo de infraestructuras y tecnologías para opciones de esparcimiento accesibles y variadas enriquecen la vida urbana.
Las funciones clave de una smart city incluyen el empleo de las TIC para mejorar la eficiencia y las condiciones sociales asegurando acceso rápido y fiable a internet para los ciudadanos y facilitando transacciones seguras y eficientes. Los sistemas de alumbrado público eficientes y automatizados reducen costos y mejoran la seguridad. La movilidad urbana y el transporte público sostenible se logran mediante el uso de vehículos no contaminantes y sistemas de transporte modernos. La automatización y control de edificios optimizan el uso de energía y mejoran la seguridad, y con la gestión de residuos se implementan sistemas eficientes y sostenibles.
Además, las smart cities pueden mejorar la sostenibilidad ambiental minimizando el impacto ambiental, facilitar el acceso a servicios de salud con sistemas avanzados y aplicar tecnologías innovadoras en la educación para mejorar su calidad y accesibilidad: en términos económicos, pueden implementar sistemas
en línea que ahorran tiempo y facilitan transacciones, con lo que se maximiza el aprovechamiento de recursos. La digitalización y transparencia en las administraciones públicas mejoran la gobernanza.
La implementación de estas innovaciones no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también promueve una gestión más eficiente y responsable de los recursos.
Los expertos en cada sector proponen las mejoras pertinentes aplicando tecnología y sostenibilidad en cada área para crear entornos urbanos más eficientes y habitables.
Wise cities: mejorando la calidad de vida de los habitantes
El concepto de wise cities va más allá de las smart cities: se centra en mejorar la calidad de vida de los habitantes a través de una planificación urbana integral y un enfoque holístico en la gestión urbana y en las necesidades personales, sociales, culturales y espirituales de la población. Utiliza todos los conceptos de una smart city y los lleva a un nivel más humano y personal.
En una wise city, el interés central no es solo la eficiencia ni el diseño moderno o la instrumentación: el núcleo central son los habitantes, y la razón de ser es que cada individuo encuentre la satisfacción de su propósito en la vida diaria integrando sus pasiones, vocaciones y contribuciones a la comunidad; que la operación cotidiana satisfaga las diferentes necesidades personales, sociales, culturales y espirituales de los ciudadanos, y sean atendidas de manera distribuida, centralizada y remota, según el caso, garantizando que todos tengan acceso a los recursos y servicios que necesitan para vivir plenamente con el diseño e instrumentación apropiada.
Planificación urbana eficiente
La planificación urbana eficiente es esencial en una wise city. Incluye el diseño de la traza urbana en la medida de lo posible y el sembrado de trayectos peatonales y ciclistas para promover la movilidad sostenible y saludable; su propósito es crear ambientes con culturas propias al tiempo de poder acceder a multitud de servicios a distancias peatonales evitando trazas aleatorias e investigando alternativas (figura 4). Esto garantiza que el desarrollo urbano respete y se adapte al entorno natural y cultural, preservando el patrimonio y la identidad local con un mínimo de transporte que sea sostenible; además, se busca la cercanía a todos los servicios manejando núcleos de diferentes propósitos, lo que facilita el acceso a tiendas, escuelas, hospitales y otros servicios esenciales sin la necesidad de largos desplazamientos.
Infraestructura y viviendas verdes y sostenibles
Una wise city se caracteriza por avenidas arboladas, jardines públicos y privados y edificaciones construidas con materiales apropiados y climatización natural. Esto no solo mejora la estética urbana, sino que también contribuye al ahorro energético, la sostenibilidad ambiental y el bienestar de los ciudadanos. Las viviendas y los edificios son más eficientes, seguros y cómodos y mejoran el estilo de vida de los habitantes.
Características geológicas e históricas
La planificación de una wise city toma en cuenta las características geológicas, topográficas, históricas y cartográficas de su área, y registra su evolución mediante sensores para prevenir efectos naturales o provocados, como inundaciones, sequías, temblores, deslaves, mantos freáticos, manifestaciones, seguridad, etcétera.
Gestión del agua
La gestión eficiente del agua es crucial en una wise city. Esto incluye garantizar la disponibilidad final, la calidad y cantidad adecuadas de agua, así como la implementación de sistemas de captación, conducción, distribución, procesos de tratamiento y potabilización y detección y reparación de fugas, medición del servicio, y recuperación de las inversiones, esto es, todos los eslabones, desde las reservas naturales hasta el uso final. Por parte de los usuarios implica una cultura de mínimo desperdicio y máximo aprovechamiento. Esto se puede fomentar con campañas para el efecto y premiando los consumos menores a la dotación normativa y aplicando altas tarifas en los desperdicios.
Energía sostenible
La generación de energía en una wise city debe ser distribuida y diversificada, incluyendo procesos sostenibles como fuentes solares, hidrogeneración, geotérmicas, baterías y almacenamientos, gas y otras, coordinando las redes según necesidades locales, horarios y calidad. Esto asegura un suministro de energía sostenible y resiliente.
Conectividad y manejo de información
Una wise city garantiza la conectividad a internet en todas las ubicaciones, con cobertura total de redes 5G (y sus sucedáneas) y fibra óptica. En una wise city todos los procesos de manejo de información son sistémicos, considerando que el conjunto de necesidades y servicios sean digitalizados y transparentes, utilizando tecnologías como blockchain para compartir datos y fomentar la transparencia e inteligencia artificial selectiva para procesos que lo justifiquen.
Finanzas y comercio electrónico
Las finanzas descentralizadas permiten realizar operaciones financieras sin necesidad de intermediarios financieros, solamente a partir de acuerdos individualizados entre las partes, generando contratos digitales y transacciones seguras e inviolables. Además, el comercio electrónico avanzado incluye servicios que facilitan la vida diaria de los ciudadanos, al proporcionar acceso a bienes y servicios con una información más completa y de manera eficiente y segura.
Servicios municipales automatizados
Los servicios municipales en una wise city están automatizados e interconectados. Esto incluye sistemas de iluminación, control de tránsito en línea y emergencias que se gestionan para mejorar la calidad de vida y la seguridad de los ciudadanos.
Movilidad urbana y gestión de residuos
La movilidad urbana de calidad en una wise city se diseña alrededor del concepto del usuario y su viaje completo, no solo del modo: debe ser multimodal, integrando transporte público, complementario y soluciones de última milla y peatonal.
La gestión de residuos comienza desde los usuarios y su cultura, con la separación de desechos, reproceso local y compostaje, y se extiende a la gestión inteligente de residuos con centros de acopio, recolección programada, disposición final y todos los reprocesos de materia orgánica e inorgánica.
Salud y educación
En una wise city, la salud y la educación se abordan de manera distribuida, centralizada y remota para diferentes necesidades. Esto garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios médicos y educativos de alta calidad, independientemente de su ubicación.
Gobernanza y comunidad
La gobernanza en una wise city debe ser transparente y digitalizada, utilizando tecnologías como blockchain para compartir datos y fomentar la transparencia; organizaciones autónomas descentralizadas para gobernanzas de sectores o grupos de interés especial; finanzas descentralizadas; economías digitales con activos reales de respaldo y versatilidad para su operación, por ejemplo con tokens no fungibles, e incorporando soluciones graduales con inteligencia artificial probadas. Además, se promueven cambios culturales que mejoran el aprovechamiento de recursos, equilibrando la preservación de la identidad local incluso con fenómenos sociales como la gentrificación y la migración. La preocupación por las sociedades fomenta la cohesión y el bienestar comunitario, mientras que los sistemas para fomentar la transparencia entre administraciones y ciudadanos mejoran la gobernanza y la confianza pública.
Seguridad y justicia
El manejo de la seguridad es una prioridad de todo gobierno, y las tecnologías actuales y futuras a corto plazo permiten la observación, seguimiento, análisis, adopción de estrategias e intervenciones de la autoridad. En el ámbito de seguridad criminal, se puede rastrear el territorio comprometido, garantizar la confidencialidad de la información y cierto blindaje interno de esta, así como participación de los órganos ministeriales y de justicia que utilicen toda la instrumentación, la información antes mencionada y los apoyos de inteligencia artificial para prevenir y corregir el crimen.
Manejo de desastres y gestión de soluciones
La seguridad ante eventos naturales y el manejo de desastres en una wise city implica coordinar datos y operaciones para responder de manera efectiva a emergencias. La gestión y las soluciones se basan en asegurar que las decisiones se tomen en beneficio de las necesidades y el consenso de la comunidad.
Las necesidades emergentes de la población y el avance tecnológico son permanentes, incluso en el corto plazo y en el mediano y largo plazo las etapas de cambio de vocación; se prevén adaptaciones y reestructuraciones de áreas de la ciudad para nuevos usos y necesidades conforme evolucionen las demandas de la población y la tecnología, y estos enfoques obligan a un aprendizaje continuo, así como a asegurar la alineación de todas las partes interesadas, pero los resultados esperados lo deben justificar para lograr una mejor calidad de vida para los ciudadanos.
Todos los elementos anteriores provocan cambios culturales en los responsables de administrar cada área y también en la sociedad. Estos ajustes tienen que ser considerados de antemano para preparar a los usuarios en el manejo y alcance de las tecnologías digitales, mediante capacitación y adiestramiento y campañas intensas de difusión que permitan una aceptación suave y gradual de estas.
Conclusiones
Mientras que las smart cities se enfocan principalmente en la eficiencia operativa y la optimización tecnológica de los servicios urbanos, las wise cities representan la evolución de la planificación urbana, para centrar los esfuerzos en mejorar la calidad de vida de sus habitantes mediante un enfoque integral y sostenible. Este modelo no solo busca la eficiencia y la innovación, sino también el bienestar y la satisfacción de los ciudadanos en todos los aspectos de su vida cotidiana
* Nota: Ciudades inteligentes y ciudades sabias son traducciones aproximadas de los conceptos smart cities y wise cities, que es como se conocen en inglés. Smart puede traducirse como inteligente, astuto, elegante; wise puede traducirse como sabio, prudente, juicioso, inteligente. Se ha decidido dejar los nombres en inglés –que es como se conocen internacionalmente–. Las wise cities se identifican como tales desde hace ocho años por la World Organization for Quality of Life (WOQLI) organización no gubernamental originada en Canadá en 2016.