Héctor Alcázar Sumano. Perito profesional en Vías terrestres-construcción por el Colegio de Ingenieros Civiles de México.
El proyecto carretero Mitla-Entronque Tehuantepec II tiene más de 17 años de haber sido concebido como parte del extinto Plan Puebla-Panamá, aunque a la fecha no ha sido concluido. Recientemente los gobiernos del estado de Oaxaca y federal han informado sobre la reactivación inmediata de los trabajos para concluir la obra a más tardar el próximo año.
Desde sus inicios en 1999, año en que se conceptualizó y comenzó a desarrollarse el proyecto carretero por la Dirección General de Carreteras de la SCT, se hicieron presentes diferentes eventos de riesgo y condiciones con efectos negativos categorizados como externos y subcategorizados como sociales. En la descripción de este informe se refería el “manifiesto de comuneros por afectaciones a sus predios con rechazo al proyecto”, entre otros hechos que en conjunto repercutieron en su modificación.
Al paso del tiempo se han llevado a cabo diferentes estrategias de administración de riesgos, como la de transferencia, que se traduce en que la mayoría de los riesgos son asumidos por un inversionista privado en la modalidad de asociación público-privada por medio de un contrato PPS. Los riesgos con impacto negativo muy alto y de ocurrencia total que originaron la última suspensión del proyecto son aquellos categorizados como administrativos (financiamiento para la construcción del proyecto, liberación del derecho de vía), comerciales (de tipo económico) y externos (de tipo social) en menor grado, pero no de menor importancia.
Reanudación de los trabajos
Al reactivarse los trabajos ha de suponerse la revisión detallada de la administración de riesgos por medio de un análisis sistemático y la aplicación de la experiencia y el conocimiento obtenidos en este y otros proyectos. Se considera que los riesgos de tipo operacional y técnico serán evaluados y priorizados con un valor alto y no sufrirán una evolución, siempre y cuando se lleven a cabo acciones de respuesta que los mitiguen a través de la operatividad y administración con personal especializado y con la experiencia necesaria para este tipo de proyectos, a pesar de que este caso en particular está localizado en la provincia fisiográfica Sierra Madre del Sur, que se considera una de las áreas más complejas, caracterizada por fuertes riscos y barrancos.
La franja de terreno donde se localiza el proyecto presenta características geológicas muy difíciles por la gran diversidad de unidades litológicas aflorantes, principalmente rocas metamórficas, ígneas y en menor grado sedimentarias. Esta fisiografía del terreno aporta en gran medida a la vertiente del río Tehuantepec, lo que exige una gran atención y análisis en el proceso de construcción.
Puedes leer el artículo completo en la revista Ingeniería Civil 574, disponible en el sitio web del CICM o en el siguiente enlace: IC 574