La Subdirección General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua tiene 21 proyectos prioritarios de escala nacional enfocados en agua potable, drenaje y saneamiento.
Los datos respecto a la población con agua en su domicilio y saneamiento básico representan un gran desafío, más allá de la infraestructura que está instalada; lo más relevante es el servicio efectivo que se entrega en las zonas urbanas y rurales. La población urbana cuenta generalmente con coberturas más elevadas que la que habita en el ámbito rural. El incremento de la población urbana con servicio de agua y alcantarillado es relativamente favorecido por el enfoque costo-beneficio que resulta de atender más donde hay altas concentraciones de población. Un gran reto se presenta en zonas rurales por el fenómeno inverso, de población dispersa en el territorio y en lugares remotos, en ocasiones de muy difícil acceso.
De la población nacional de 129 millones en zonas urbanas, el 94% tiene agua potable entubada en sus viviendas; el 92% tiene el servicio de alcantarillado y saneamiento básico.
En las zonas rurales, con 27 millones de habitantes, el reto es mayor: carecen de agua potable entubada en la vivienda 4.2 millones de personas, lo que representa un 15%, comparado con el 2.8% en las zonas urbanas. Con respecto al servicio de alcantarillado y saneamiento, falta un 22% por cubrir en las zonas rurales, contra un 2.6% de las zonas urbanas.
Para la Conagua, la participación de la ANEAS en la Escuela del Agua ha sido fundamental, por la importancia que tiene la capacitación y la profesionalización de nuestros colaboradores. La meta para este año es una inversión de 33.3 millones de pesos, que representa la capacitación de 3,330 personas, con lo que se observa una evolución respecto de años anteriores y esperamos continuar con esa tendencia.
Otro de los principales retos es la tarifa eléctrica. Se llevan a cabo muchas gestiones con otras instituciones federales para lograr mejorar esta situación que está causando problemas muy preocupantes en el país. Estamos haciendo alianza con la ANEAS y con otras instituciones para mejorar las tarifas eléctricas, sabiendo el impacto que tienen en la ciudadanía, destacando la interacción con un enfoque de reciprocidad del sector energético, el eléctrico y el hídrico, porque gran parte de la generación de la energía eléctrica se da gracias al sector hídrico.
Un tema de gran interés es la incursión en las energías alternas, lo cual se relaciona con la adaptabilidad al cambio climático; ahora lo estamos viviendo por un lado con las inundaciones en Tabasco, Chiapas y Campeche, una región que recibe grandes impactos en el sector de agua potable, drenaje y saneamiento, y en general en todos los sectores productivos; es indiscutible que debemos adaptarnos a eso, preparar nuestra infraestructura para el cambio climático, y eso también tiene mucho que ver con la planeación. Por otro lado tenemos la sequía; quizá no se percibe como una emergencia, pero sí es muy preocupante este tema sobre todo en el centro-norte del país. También el sector de agua potable lo padece, y es un terreno en el que surge la rivalidad entre los principales usuarios del agua; allí existe un área de oportunidad: no vernos con rivalidad, sino de forma que podamos complementarnos, apoyarnos entre los diferentes sectores. En un distrito de riego de Sonora nos comentaron la necesidad de coordinación con los municipios, con los organismos operadores, para lograr una vinculación, porque al final de cuentas, antes de regar las parcelas se tienen que bañar, tomar agua, entonces es primordial esa coordinación, sobre todo considerando la relación de usos que establece la ley o los propios consejos de cuenca, como está asentado en la Ley de Aguas Nacionales.
La atención de zonas vulnerables es un gran reto, lograr esas coberturas que se ven muy pequeñas, pero se llega ahí por bombeo, y no es un asunto menor. Hay que ser estratégicos, planear muy bien, vincularse con otras instituciones, porque puede suceder que ciertas agrupaciones u organizaciones de colectivos de comunidades tengan otro tipo de soluciones, que pueden no ser grandes obras pero que sean una solución; por ello es necesario vincularse y adaptarse a la región.
Un reto permanente es garantizar la prestación del servicio en cantidad y calidad, y recalco la calidad porque hay muchos lugares que pueden tener el servicio en cantidad, pero si no es de calidad, puede ser hasta contraproducente; se requieren esfuerzos centrados en la calidad, por ejemplo en el monitoreo, garantizarlo para no pasar saldos a otros sectores como el de salud, pues no tener calidad puede repercutir en asuntos más graves, más ahora que estamos en una etapa de pandemia.
Todo esto se engloba en fortalecer la gobernanza del agua, la gestión integral del agua. Este es un concepto muy amplio que da para hacer foros enteros, libros completos. Yo vengo del Consejo de Cuenca del Río Bravo, y ahí existen grandes retos; es muy sabido lo que ha sucedido con el tratado bilateral, que se cumplió a gritos y sombrerazos, pero al interior de la cuenca hay muchos temas por resolver y el agua no alcanza.
Se requiere mucha coordinación y vinculación entre las partes: entre los usuarios, entre los tres niveles de gobierno, entre los estados, porque hay una gran competencia, en el buen sentido, pero al final de cuentas hay que vernos como mexicanos que coexistimos en una cuenca. Soy testigo de muy buenas colaboraciones. El Sistema Intermunicipal de Aguas y Saneamientos de Monclova participa en el Consejo de Cuenca, y aun en asuntos fuera de su ámbito, colaboró con sus técnicos profesionales para asesorar en acciones para el cuidado del medio ambiente en Cuatro Ciénegas. Lo mismo el sector industrial, que se vincula para llevar a cabo acciones con el sector público-urbano.
Estoy convencido de que hay que fortalecer la integración entre los usuarios y los tres niveles de gobierno, y desde la Conagua estamos en la mejor disposición para lograrlo.
También al interior de la Conagua se está mejorando mucho la interacción y coordinación entre las subdirecciones generales; con los cambios que se dieron, estamos haciendo cosas muy interesantes que espero que pronto se reflejen en acciones.
Profundizando un poco en el tema de las zonas marginadas rurales y periurbanas, es muy interesante el tema de lo periurbano, porque queda a veces en el limbo entre lo rural y lo urbano, y no podemos olvidarnos de ellas; las localidades dispersas es el gran reto: cómo hacer llegar el servicio a pequeñas poblaciones de la sierra, por ejemplo. Es complicado, y en ello hay que ser muy estratégicos e innovadores, aprovechar las nuevas tecnologías y la colaboración con otras instituciones, porque una sola no puede hacerlo; lo tenemos que hacer entre todos, entre los diferentes sectores usuarios del agua.
Existen programas para atender a estas regiones con comunidades de muy alto grado de marginación, zonas indígenas y afromexicanas, localidades medias con más de 2,500 habitantes mediante el fortalecimiento de los organismos operadores y los sistemas comunitarios. Es una cadena de fortalecimiento que va desde la federación y pasa por los estados y los municipios para llegar a las localidades. Hay que fortalecernos entre todos en estos escalones de nivel.
Pasando al tema de la planificación, reiteramos que ante la escasez de recursos y oportunidades para ejercerlos debemos ser estratégicos. En el Plan Nacional de Desarrollo de esta administración se establece como eje general la política social: impulsar el desarrollo sostenible y el enfoque del bienestar, centrándonos en las personas, en el individuo, y eso es muy importante. De aquí también se desprende el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales, conocido como Promarnat, del que destaco su objetivo número 3, que es promover el agua como pilar de bienestar, manejada por instituciones transparentes, confiables, eficientes y eficaces que velen por el medio ambiente sano, donde la sociedad participe y se involucre en su gestión. Destaco la participación de la sociedad porque considero que es fundamental.
El Programa Nacional Hídrico está a punto de publicarse. Su objetivo número 1 es garantizar progresivamente los derechos humanos al agua y al saneamiento, especialmente en las poblaciones más vulnerables, como lo hemos estado comentando. Del Programa Nacional Hídrico continúan los programas hídricos regionales, que igualmente están en proceso de conformación; en ellos debe considerarse la situación de cada una de las 13 regiones hidrológico-administrativas, que son los organismos de cuenca. Aquí lo interesante es que los planes se están desarrollando a través de los mecanismos de participación por cuenca que establece la propia Ley de Aguas Nacionales en su artículo XIII. En los consejos de cuenca es donde se dan las discusiones, las opiniones respecto a cómo debe enfocarse el programa hídrico de la región a considerar. Aprovecho para comentar la participación de los organismos operadores en el sector público urbano, que es el uso más importante porque es el que tiene un impacto directo en la población, y va a participar junto con los otros sectores.
Para la planificación y gestión estratégica local de agua potable y saneamiento debemos promover la coordinación de acciones y proyectos desde lo local; necesitamos ejercicios de planificación de largo plazo, que hacen mucha falta para no estar al día; orientar las acciones al mediano plazo y al corto también, porque a veces sí se trata de urgencias o emergencias, y es necesario contemplar medidas de prevención de emergencias orientadas a los mecanismos de reacción inmediata.
También en las reglas de operación del próximo año se está privilegiando la implementación de acciones con prioridad en aquéllas ligadas a estudios de planeación participativa, porque por ejemplo, tengo poco tiempo en la Conagua, un mes aproximadamente, y me llama mucho la atención que hay grandes proyectos que están atorados, y la mayoría son por conflictos sociales que, si se hubieran visto desde un principio, ya se habrían superado. Entonces, si la parte social es fundamental, hay que promover la participación para estar de acuerdo con lo que se va a hacer, que estén bien respaldados los proyectos para que no se detengan por temas sociales; que haya estudios de planeación con elementos técnicos, sociales, ambientales, financieros para que, al diseñarse de forma coordinada entre la federación, estados, municipios y organismos operadores, fluyan de una mejor manera con participación efectiva a través de los consejos de cuenca. Reitero esto porque es fundamental, es la participación genuina, oficial que hoy por hoy está establecida en la Ley de Aguas Nacionales y es una herramienta que tiene mucho potencial para dar legitimidad a la participación.
Los consejos de cuenca a su vez tienen mucha tarea por hacer; se ha señalado que falta una mayor apertura a la participación, no deben ser tan cerrados, no a la participación. Si el proyecto atiende a una causa genuina, real, no tiene por qué haber problemas al momento de socializarlo.
Es necesario impulsar los procesos de seguimiento y actualización de esta planificación para que no se quede en el olvido o, al brinco de una administración, es muy triste ver cómo a veces se descartan proyectos muy importantes. Hay que dar certeza; entre más asentada esté la planificación, más se garantiza su seguimiento.
Entrando a las reglas de operación, que sé que es lo que más les interesa, ya están muy avanzadas; he de reconocer al equipo de la Subdirección de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento el trabajo que han hecho con una gran apertura hacia el sector. Tenemos la ventaja de que hay una muy buena vinculación con la ANEAS; he percibido que sus opiniones, sus sugerencias, son muy genuinas, las hemos hablado y he entendido el porqué de muchas cosas que facilitan su implementación. También lo he comentado con la misma gente de la Conagua, con los directores de Agua Potable en los organismos de cuenca y en las direcciones locales. Hemos hecho un trabajo de vinculación con ellos para conocer su opinión, porque al final de cuentas ellos son los que reciben las reglas y los que hacen el seguimiento, por lo que debe verse la manera de facilitar su trabajo y que eso se traduzca en un servicio más ágil, no poner tantas trabas, simplificar los procesos. En términos generales, buscamos que sea más sencillo de concertar, simplificando los requisitos y confiando en el cumplimiento con prioridad para la población menos atendida, promoviendo la mejora de la calidad del agua, más allá de la cantidad.
También estamos prestando atención al apoyo de los proyectos en cuanto a planeación: los estudios, las acciones inmediatas enmarcadas en la planeación a largo plazo, buscando que se tengan rumbos, visiones estratégicas alineadas al Promarnat.
Con respecto a operación de plantas tratadoras, la sinergia está enfocada en el reúso del agua, sobre todo en los subproductos que se obtienen del tratamiento. Ahí es esencial la vinculación con los sectores agrícola e industrial.
Está también el compromiso del mejoramiento regulatorio año con año. Esto quiere decir que todo es perfectible. Estamos en una visión de mejora continua, porque nos vamos adaptando; está el cambio climático y muchos factores que pueden surgir, por lo que creo que nunca va a haber reglas perfectas, siempre se pueden mejorar. Lo que sí les garantizo es que buscaré que se hagan en coordinación con la ANEAS, que es la que ejecuta, se puede decir, y de donde surgen las propuestas. Por otro lado, las obras de continuidad: es muy importante no dejar truncos proyectos que se tengan que seguir.
La meta 3 del Promarnat es la participación social. Aclaro que buscamos que se promuevan los programas operativos y sus anexos formalizados en los consejos de cuenca, pero que no se vea como un requisito más, sino que verdaderamente se difundan, que se trasparenten y también creo importante que la ANEAS informe a otros sectores de lo que se está haciendo; lo pueden ver como una socialización en el consejo de cuenca, sé que muchos de ustedes sí hacen sus campañas de difusión, pero a veces no llegan en específico a los sectores, y allí es donde pueden surgir ideas de soluciones a problemas que se pueden dar en los consejos de cuenca, donde participan los principales sectores usuarios del agua y los tres niveles de gobierno.
También quiero compartir los incrementos a las aportaciones federales atendiendo lo comentado antes, del enfoque en localidades indígenas rurales y suburbanas y viendo por la igualdad de género.
Proyectos prioritarios
La Subdirección General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento tiene 21 proyectos prioritarios de escala nacional enfocados en agua potable, drenaje y saneamiento. Aquí destaco algunos de ellos: Agua Saludable para la Laguna es un proyecto para la región de la Comarca Lagunera. El Tren Maya tiene su componente de agua potable, que es fundamental; esto es lo característico: que el agua potable, el saneamiento, van a estar involucrados en todo, en cualquier proyecto.
Otro muy destacable es el Plan de Justicia Yaqui; más del 50% de las acciones que contempla giran en torno al tema del agua: agua para la agricultura, pero la prioridad es el agua potable para el pueblo yaqui, que ha padecido muchas calamidades y que está ya siendo atendido, no sólo por la Conagua sino también por muchas otras instituciones del gobierno federal con las que estamos trabajando en coordinación.
La Conagua también colabora con el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. Se firmó un acuerdo respecto a actividades indispensables para la atención y protección de niñas, niños y adolescentes durante la emergencia sanitaria por la pandemia. Tiene varios componentes, donde se destaca el de agua potable y saneamiento; tiene el enfoque de incrementar el acceso al servicio, la cobertura, sobre todo en zonas de pobreza donde hay más necesidades, en zonas de alta marginación, atendiendo el rezago social
Elaborado por Helios Comunicación con base en la presentación de José Mario Esparza Hernández, subdirector general de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Conagua, en el Encuentro Virtual ANEAS 2020.