19 febrero, 2025 4:50 pm

Un enfoque holístico para la prevención de desastres

México enfrenta múltiples riesgos naturales debido a su ubicación geográfica. Entre los fenómenos que causan mayores daños están los sismos, huracanes e inundaciones, que generalmente van aparejadas con deslizamiento de tierras. Estos eventos provocan pérdidas no solo materiales, sino también humanitarias, que afectan a miles de familias y dejan una marca duradera en las comunidades. Aquí se expone un enfoque holístico que recoge la experiencia internacional para la gestión y prevención de desastres.

Reyes Juárez del Ángel Ingeniero civil, maestro y doctor en Ingeniería. Perito en Gerencia de Proyectos. Presidente y director general de FOA Consultores, S.C. Vicepresidente de Planeación y Prospectiva del IX Consejo Directivo del CICM.

Las inundaciones frecuentes en entidades como Tabasco, junto con los huracanes y tormentas tropicales que han azotado la costa mexicana (baste señalar los daños que dejaron los huracanes Otis y John en Acapulco, estimados en más de 2,000 millones de dólares) y los sismos que recurrentemente sacuden el centro y sur del país han puesto en evidencia nuestra vulnerabilidad y la necesidad de una mejor preparación y respuesta ante estos desastres naturales.

Un ejemplo reciente y cercano que ilustra la necesidad urgente de una planeación adecuada con un enfoque sistémico diferente es el de las inundaciones en Chalco, en el Valle de México. En esta zona, la insuficiencia en las capacidades de la infraestructura para el desalojo de residuos sólidos y la falta de mantenimiento derivaron  en una inundación que alcanzó hasta 65 cm en calles y viviendas en prácticamente la totalidad de la mancha urbana.

Esta área, originalmente un lago, fue urbanizada sin una planeación adecuada. El riesgo aumenta por el cambio climático y la mayor variabilidad tanto de sequías prolongadas como de lluvias intensas en periodos más reducidos.

Este caso subraya la necesidad esencial de integrar la planeación con la gestión de riesgos desde las etapas iniciales de cualquier proyecto de desarrollo urbano. Es imperativo que nuestras políticas de desarrollo urbano incluyan consideraciones robustas de gestión de riesgos y resiliencia ante desastres, con el fin de asegurar que las infraestructuras se diseñen para soportar los desafíos de nuestro entorno.

Resiliencia de la infraestructura

Para ilustrar la importancia de este enfoque, recordemos algunos desastres recientes. En 2011, la inundación en Tailandia causó daños que costaron más de 45,000 millones de dólares y desplazó a más de 13 millones de personas. En 2005, el huracán Katrina en Estados Unidos dejó un saldo de 1,836 muertos y causó daños por más de 125,000 millones de dólares. Eventos como estos subrayan la necesidad de estar preparados con infraestructuras resilientes y adoptar un enfoque integral para la gestión de desastres. Un punto crítico es la resiliencia de la infraestructura. Parece haber coincidencia en el ámbito internacional en que entre las características deseables de la resiliencia de la infraestructura se tienen: a) robustez, b) capacidad de respuesta, c) recuperación rápida y d) adaptabilidad para incorporar lecciones aprendidas para mejorar la resiliencia (Jaime, 2024). Al cierre de este artículo llegaron noticias de las inundaciones en Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía, en España, derivadas de fenómenos naturales anormales. Con cientos de muertos y múltiples daños materiales en las zonas urbanas, se estuvo en la antesala de que las autoridades españolas las decretaran “zonas catastróficas”.

Aplicación en México

México está expuesto a diversos fenómenos como huracanes, sismos y erupciones volcánicas, entre otros. Ante estos riesgos, es imperativo adoptar un enfoque sistémico en la gestión de desastres, que incluya todas las fases del proceso. La comunicación oportuna con la sociedad es clave para la efectividad de este enfoque. La población debe estar informada y preparada para actuar en cualquier fase ante la presencia de un desastre.

Prevención y respuesta rápida

Además de una planeación adecuada, es vital mantener capacidades de alertas para prevenir y responder rápidamente las emergencias. La preparación no se limita solo a la infraestructura física; incluye la capacidad de respuesta de las instituciones, comunidades y sistemas de alerta temprana. Un sistema de alerta temprana efectivo, junto con planes de respuesta bien definidos y ensayados, pueden marcar la diferencia entre una gestión exitosa de una crisis y una catástrofe. En Japón, la cultura de la prevención y la preparación constante han demostrado ser eficaces en la mitigación de daños durante sismos e inundaciones.

Gobernanza y recursos para la gestión de desastres

Junto con la planeación adecuada y la capacidad de respuesta, es igualmente importante contar con una gobernanza efectiva y los recursos necesarios para enfrentar contingencias. La experiencia nos muestra que la falta de recursos y una gobernanza inadecuada pueden agravar los efectos de un desastre y hacer que la recuperación sea más lenta y costosa. Esto se vuelve crítico en las zonas metropolitanas donde interactúan varias entidades, lo que dificulta la adopción de enfoques integrados y respuestas expeditas. Además, la falta de aseguramiento de la infraestructura contra daños se presenta como un aspecto crucial. En México, la falta de seguros adecuados para infraestructuras críticas como puentes, hospitales y carreteras nos deja expuestos a pérdidas irreparables.

Países como Japón destinan un 2% de su PIB a la mitigación de riesgos naturales, mientras que en México esta inversión es considerablemente menor y resulta de suma importancia aumentarla en los presupuestos de la próxima administración federal. Es crucial aumentar nuestras inversiones en seguros y en la creación o reposición de fondos de emergencia contra los daños ante desastres naturales.

Perfiles de ingeniería para un futuro resiliente

Para enfrentar estos desafíos, debemos formar ingenieros con las competencias necesarias para diseñar y gestionar infraestructuras resilientes. Las universidades mexicanas tienen la responsabilidad de preparar a los futuros profesionales en áreas clave como la gestión de riesgos, la ingeniería estructural antisísmica y el diseño de infraestructuras capaces de resistir huracanes e inundaciones.

Enfoque holístico en la gestión de desastres

Existe en la experiencia internacional un enfoque holístico que ha demostrado su eficacia en la gestión de desastres, especialmente en países como Japón. Este enfoque, denominado Holistic Approach to All Phases of Disaster Management, se basa en la integración de cuatro fases clave: a) preparación, b) respuesta a la emergencia, c) recuperación y reconstrucción, y d) prevención y mitigación (figura 1).

Después de entender la importancia de la planeación, la alerta constante y los recursos, destaca la relevancia de adoptar un enfoque holístico en la gestión de desastres, como el que se utiliza en países como Japón, Estados Unidos y diversas regiones de Europa y Gran Bretaña. Este enfoque incluye 4 fases que se exponen en la tabla 1.

En México son notables los esfuerzos que incluyen una nueva normativa en materia de sismos en la Ciudad de México y su impacto en los protocolos de respuesta que se diseñan en el Colegio de Ingenieros Civiles de México mediante el Comité de Estructuras, esfuerzos que deben ir de la mano con las áreas de protección civil.

Es necesario extender este enfoque de protocolos a temas como las inundaciones, erupciones volcánicas y demás riesgos naturales –incluso incendios forestales que pueden tener no necesariamente un origen natural– a los que está expuesto nuestro amplio y diversificado territorio, en el marco del cambio climático.

Conclusiones

La protección de nuestras comunidades frente a fenómenos hidrometeorológicos extremos requiere un enfoque integral que incluya todas las fases de gestión de desastres, comenzando con una planeación robusta, con enfoque resiliente, manteniendo recursos y capacidades alertas para una respuesta rápida que abarque desde la preparación hasta la reconstrucción.

Es imprescindible adoptar un enfoque sistémico en la gestión de desastres en México, y reconocer la importancia de contar con los recursos, la gobernanza, los protocolos y los profesionales capacitados para enfrentar los retos que se avecinan, sin soslayar la importancia de la participación de la sociedad, que ha demostrado su solidaridad especialmente durante la fase crítica de los desastres y que debe estar alerta e informada siempre.

Un gremio sólido, como el Colegio de Ingenieros Civiles de México, es fundamental para apoyar al gobierno y la sociedad a promover el desarrollo de infraestructuras con ingeniería de vanguardia, sostenibles y resilientes, en beneficio de la sociedad

Referencias

Jaime, A. Clasificación de la infraestructura del país y retos para mejorar su resiliencia (25/08/2024). El Universal. Disponible en www.eluniversal.com.mx/opinion/colegio-de-ingenieros-civiles-de-mexico/clasificacion-de-la-infraestructura-del-pais-y-retos-para-mejorar-su-resiliencia/

Compartir en:

DESTACADOS

INGENIERÍA SÍSMICA

TEMA DE PORTADA Microsismos en la megalópolis Gerardo Suárez Investigador emérito del Instituto de Geofísica de la UNAM, del cual fue director. Fue coordinador de

Leer más »

TEMA DE PORTADA

Desarrollo Innovación y resiliencia en la gerencia de proyectos Claves para el futuro de la infraestructura En este artículo se examinan las tendencias emergentes en

Leer más »

GESTIÓN

Un nuevo sistema de planeación hídrica en México El objetivo más importante de un sistema de planeación hídrica debe ser el lograr una gestión eficiente

Leer más »

HISTORIA

Kilómetro 0 en México La historia de los países, el nuestro incluido, está signada por la construcción de caminos y carreteras que van originando su

Leer más »

URBANISMO

Hacia un futuro más eficiente y sostenible Wise cities, la siguiente generación de las smart cities* En este trabajo se presentan las características frecuentes de

Leer más »