19 febrero, 2025 3:02 pm

La ría de Bilbao

Ejemplo de regeneración urbana y sostenibilidad

Una ría es un valle fluvial que ha sido inundado por el mar, formando una entrada de agua salada en la costa. Las rías suelen formarse cuando el nivel del mar sube e inunda valles de ríos que anteriormente estaban sobre el nivel del mar. Esto crea un tipo de estuario, donde el agua dulce del río se mezcla con el agua salada del mar. Las rías se encuentran comúnmente en costas que han experimentado elevaciones del nivel del mar y suelen ser áreas importantes para la biodiversidad y la actividad humana, como la pesca, la navegación y, en algunos casos, la industria y el turismo. Un ejemplo conocido es la ría de Bilbao, en España.

La ría de Bilbao, o ría del Nervión, ha sido un elemento clave en la identidad y desarrollo de Bilbao y el País Vasco. Desde la fundación de la ciudad en 1300, la ría ha desempeñado un papel central en su economía, cultura y vida social. En sus primeros siglos impulsó el comercio y consolidó a Bilbao como un centro mercantil importante, especialmente por su puerto. Sin embargo, con la Revolución Industrial en el siglo XIX, la ría se transformó con la llegada de astilleros e industrias, lo que aceleró el crecimiento económico, pero también trajo consigo una fuerte contaminación. La ría pasó de ser un recurso económico a un símbolo de los desafíos ambientales y urbanos de la ciudad. A lo largo del siglo XX, las autoridades emprendieron medidas para recuperar la ría y se fue convirtiendo en un símbolo de regeneración urbana y ambiental.

Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano

El proceso de limpieza y regeneración de la ría de Bilbao es un caso emblemático de cómo un plan integral puede transformar un entorno devastado por la contaminación en un espacio revitalizado y sostenible. El deterioro ambiental de la ría de Bilbao llegó a un punto crítico en la década de 1970, cuando la contaminación alcanzó niveles alarmantes, con aguas altamente contaminadas y sin vida acuática, lo que no solo representaba un desastre ecológico, sino también una amenaza para la salud pública y la imagen de la ciudad. Durante esta época, la ciudad de Bilbao contaba con 410,000 habitantes, un aumento considerable respecto a los 298,000 habitantes que tenía en 1960, debido al auge industrial que se vivía en la ciudad. Las crecientes preocupaciones sociales y la presión internacional llevaron al gobierno español y a las autoridades vascas a tomar medidas decisivas.

El Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano, iniciado en 1979, fue la respuesta a décadas de degradación ambiental. Este ambicioso proyecto fue diseñado para abordar la contaminación en múltiples frentes, con un enfoque que combinaba ingeniería, ecología y planeación urbana  (figura 1).

Este plan involucró la construcción de plantas depuradoras, la modernización del sistema de alcantarillado y la eliminación progresiva de vertidos industriales directos a la ría. Además, se implementaron programas para reforestar las riberas y recuperar la biodiversidad perdida. Este enfoque multidimensional permitió la limpieza de la ría y la regeneración de su ecosistema. Con un enfoque interdisciplinario que combinó ingeniería, urbanismo y ecología, el proceso de saneamiento requirió inversiones multimillonarias y un compromiso sostenido durante más de dos décadas. Para el año 2000 –cuando, tras el declive de la industria, la población ya había descendido a 350,000 habitantes–, la ría había experimentado una transformación impresionante; recuperaba su biodiversidad y se convertía nuevamente en un espacio vital para la ciudad.

El plan representó uno de los proyectos más ambiciosos y complejos en la historia reciente de la región. Su objetivo principal era revertir décadas de degradación ambiental en la ría de Bilbao y sus alrededores en aras de mejorar la calidad de vida de los habitantes y transformar el entorno urbano. Sin embargo, la magnitud del proyecto implicaba un desafío financiero significativo que requería la movilización de recursos considerables de diversas fuentes.

Iniciativa pública y liderazgo gubernamental

La financiación del plan fue liderada principalmente por el gobierno vasco, en coordinación con el gobierno central español y las autoridades locales de Bilbao y municipios circundantes. Desde el principio se reconoció que la regeneración de la ría era un objetivo estratégico tanto para la región como para el país, por lo que se asignaron recursos sustanciales del presupuesto público. El gobierno vasco, en particular, desempeñó un papel primordial, al destinar una parte significativa de su presupuesto a financiar las etapas iniciales del proyecto, así como a garantizar su continuidad a lo largo de las dos décadas que duró.

Fondos europeos

Una fuente clave de financiación fue la Unión Europea, que en ese momento comenzaba a enfocar su apoyo en proyectos de sostenibilidad ambiental y regeneración urbana en sus estados miembros. El plan logró acceder a fondos europeos a través de diferentes programas, como los Fondos de Cohesión y los Fondos Estructurales. Estos recursos fueron esenciales para la construcción de infraestructura como plantas depuradoras y modernización del alcantarillado, así como para implementar medidas de recuperación ecológica y restauración de la biodiversidad en la ría. La obtención de estos fondos requirió un esfuerzo concertado de las autoridades vascas para presentar el proyecto como un modelo de sostenibilidad y regeneración, alineado con las políticas ambientales de la Unión Europea.

Sector privado

Aunque el proyecto fue impulsado por la iniciativa pública, el sector privado también tuvo un papel importante en su financiamiento. A través de acuerdos de colaboración público-privada, empresas locales y multinacionales que operaban en la región participaron en la financiación del plan. En muchos casos, estas empresas fueron obligadas a contribuir como parte de la compensación por sus impactos ambientales pasados. Además, se establecieron incentivos fiscales y subsidios para aquellas industrias que se comprometieran a reducir o eliminar sus vertidos contaminantes y adoptar prácticas más sostenibles.

El sector privado también fue un actor clave en la financiación de proyectos de regeneración urbana vinculados al saneamiento de la ría, como la transformación de áreas industriales en zonas residenciales y comerciales. Empresas constructoras, promotoras inmobiliarias y entidades bancarias vieron en la regeneración de la ría una oportunidad de negocio rentable a largo plazo, lo que facilitó la captación de capital privado.

Instrumentos financieros innovadores y gestión transparente y colaborativa

Para asegurar la sostenibilidad financiera del proyecto a largo plazo, se implementaron instrumentos financieros innovadores como la emisión de bonos de deuda pública para proyectos de infraestructura verde y saneamiento. Estos bonos fueron adquiridos por inversores nacionales e internacionales, atraídos por la estabilidad del proyecto y sus objetivos ambientales. Además, se establecieron tasas ambientales e impuestos sobre el uso del agua, lo que ayudó a financiar el mantenimiento de las infraestructuras y promovió un uso más responsable de los recursos. Este sistema fue progresivo, con tarifas más altas para los mayores consumidores o contaminadores.

También se instauraron incentivos fiscales y subvenciones para empresas que adoptaron tecnologías limpias, facilitando la transición hacia prácticas más sostenibles. La gestión de los fondos se realizó mediante acuerdos de colaboración entre el sector público y el privado, asegurando su uso transparente y eficiente. Este enfoque financiero y de gestión colaborativa fue clave para el éxito y continuidad de la recuperación de la ría de Bilbao.

Participación ciudadana y sostenibilidad financiera

Finalmente, la financiación del plan también se benefició de un enfoque participativo que involucró a la ciudadanía. Campañas de concientización y educación ambiental ayudaron a construir un consenso social en torno al proyecto, lo que facilitó la aceptación de las tasas y contribuciones requeridas. Este enfoque participativo, además de garantizar el flujo de recursos, fomentó un sentido de propiedad y responsabilidad compartida entre los habitantes de Bilbao y la región.

En resumidas cuentas, la financiación del Plan Integral de Saneamiento del Bilbao Metropolitano fue un esfuerzo multifacético que combinó recursos públicos, privados y europeos, apoyado por innovaciones financieras y una participación activa de la comunidad. Esta estrategia diversificada no solo permitió la ejecución exitosa del plan, sino que también aseguró su sostenibilidad a largo plazo y convirtió a la ría de Bilbao en un modelo de regeneración ambiental y urbana reconocido a nivel internacional.

Entre los aspectos favorables del plan, destaca su carácter inclusivo y a largo plazo. Desde su concepción, el proyecto involucró a múltiples actores, incluyendo gobiernos locales y regionales, empresas y la sociedad civil. Esta colaboración fue clave para superar los desafíos técnicos y financieros que surgieron durante las dos décadas que duró el proceso. Además, el plan fue flexible y se adaptó a las nuevas necesidades y tecnologías que fueron emergiendo, y permitieron una implementación más efectiva y sostenible.

En última instancia, el éxito del plan integral de saneamiento radica en su capacidad para equilibrar los intereses económicos, sociales y ambientales, demostrando que la regeneración de un entorno degradado es posible cuando existe un compromiso colectivo y una visión a largo plazo.

Impacto urbano

La limpieza y regeneración de la ría de Bilbao supusieron una recuperación ambiental y desencadenaron una transformación urbana profunda y multifacética que redefinió el futuro de la ciudad. Este proceso de revitalización restauró la salud ecológica de la ría y catalizó un renacimiento económico, social y cultural que posicionó a Bilbao como un referente global de regeneración urbana.

Uno de los efectos más visibles del proceso fue la reconfiguración del paisaje urbano. Las zonas industriales y portuarias que durante décadas dominaron las orillas de la ría fueron gradualmente desmanteladas o reconvertidas en áreas de uso mixto, integrando espacios residenciales, comerciales y culturales. El proyecto Bilbao Ría 2000, una iniciativa pública y privada creada en 1992, desempeñó un papel muy importante en esta transformación. Este consorcio tuvo como misión coordinar y gestionar las intervenciones urbanísticas a lo largo de la ría, guiado por una visión de sostenibilidad y modernidad.

Un hito emblemático de este renacimiento urbano fue la construcción del Museo Guggenheim Bilbao, inaugurado en 1997 (figura 2). Diseñado por el arquitecto Frank Gehry, el museo se convirtió en un símbolo arquitectónico de la nueva Bilbao y fue el motor de un fenómeno conocido como el “efecto Guggenheim”, que atrajo inversiones, turismo y atención internacional. El éxito del Guggenheim demostró cómo un proyecto cultural puede ser un fermento de regeneración urbana que impulse el desarrollo económico y revitalice el tejido social de la ciudad.

Además del Guggenheim, otros proyectos urbanísticos importantes contribuyeron a la transformación de Bilbao. La revitalización del área de Abandoibarra, una antigua zona industrial y portuaria, es un ejemplo paradigmático. Lo que antes era un espacio degradado se transformó en un distrito vibrante, con modernos edificios de oficinas, viviendas de lujo, hoteles y amplias áreas verdes, como el parque de Doña Casilda que, remodelado y ampliado, se convirtió en un pulmón verde para la ciudad y ofreció a residentes y visitantes un espacio para el ocio y la recreación junto a la ría (figura 3).

La infraestructura de transporte también experimentó una modernización significativa. El nuevo sistema de metro, diseñado por Norman Foster, conectó de manera eficiente las diferentes áreas urbanas y metropolitanas para facilitar la movilidad y contribuir a la descongestión del tráfico en el centro de la ciudad. Además, se construyeron nuevos puentes y se renovaron los antiguos, con lo que se mejora la conectividad entre ambas orillas de la ría y se fomenta un desarrollo más equilibrado y cohesionado.

La regeneración de la ría también tuvo un impacto social profundo. La recuperación de espacios públicos y la mejora de la calidad ambiental transformaron la percepción de la ciudad entre sus habitantes. Lo que antes era un entorno hostil y contaminado se convirtió en un lugar atractivo para vivir, trabajar y disfrutar del ocio. Esta transformación mejoró la calidad de vida, redujo la contaminación y promovió un sentido de orgullo cívico entre los bilbaínos.

Sin embargo, el proceso no estuvo exento de críticas y desafíos. Algunos sectores criticaron la gentrificación de ciertas áreas; señalaban que el aumento de los precios de la vivienda y la conversión de espacios tradicionales en zonas de lujo excluyeron a los residentes de bajos ingresos. Uno de los aspectos más controvertidos fue el costo económico del proyecto, que requirió inversiones multimillonarias y generó debates sobre la priorización de recursos públicos. A esto se sumó la complejidad técnica de algunas de las obras, que experimentaron retrasos y sobrecostos. Además, hubo críticas sobre la gestión del proyecto, especialmente en lo referente a la transparencia y la participación ciudadana. Aunque se realizaron esfuerzos por involucrar a la comunidad, algunos sectores de la sociedad consideraron que sus preocupaciones no fueron plenamente escuchadas o atendidas.

La oposición de la sociedad también fue un factor a considerar. A lo largo del proceso, hubo sectores que mostraron resistencia, especialmente propietarios de industrias y comercios que operaban a lo largo de la ría. Estos actores temían que las restricciones ambientales impuestas por el plan afectaran negativamente a sus negocios y que los costos de adaptación fueran insostenibles. No obstante, con el tiempo, muchos de estos opositores se convirtieron en aliados del proyecto, al reconocer los beneficios económicos y sociales que una ría limpia y saludable podría traer a la ciudad y a la región.

A pesar de los desafíos, el proceso de limpieza y regeneración de la ría de Bilbao es hoy considerado un éxito rotundo. La recuperación del entorno natural mejoró la calidad de vida de los habitantes de Bilbao, además de que impulsó la revitalización urbana y económica de la ciudad. La transformación de áreas antes degradadas en modernos espacios residenciales, comerciales y culturales ha convertido a Bilbao en un modelo internacional de regeneración urbana y sostenibilidad. El balance general ha sido positivo, y ha consolidado a Bilbao como una ciudad resiliente y capaz de adaptarse a los retos del siglo XXI.

Conclusiones

La historia de la ría de Bilbao es un ejemplo notable de cómo la ingeniería civil, en colaboración con otras disciplinas, puede revertir siglos de degradación ambiental y contribuir a la creación de un entorno urbano más habitable y sostenible. La limpieza y regeneración de la ría han demostrado que la voluntad política, acompañada de una planeación rigurosa y una inversión sostenida, puede transformar un espacio contaminado en un símbolo de progreso y resiliencia urbana. Bilbao y su ría son hoy un modelo a seguir para otras ciudades industriales que buscan reconciliar su legado con un futuro más verde y habitable.

Sin duda, el impacto urbano de la limpieza y regeneración de la ría de Bilbao trasciende a la mera recuperación ambiental. Representa una transformación integral que ha redefinido el paisaje, la economía y la sociedad de la ciudad. Bilbao ha pasado de ser una ciudad industrial en declive a un modelo de regeneración urbana a escala mundial, y con ello se demuestra que la visión, la planificación y la colaboración pueden convertir una crisis ambiental en una oportunidad de renacimiento

Elaborado por Carlos A. Herrera Anda, director de la Facultad de Ingeniería, Universidad Lasalle, con información de las siguientes fuentes:

Galán G., P. (2021). Regeneración urbana e impacto social: La ciudad de Bilbao. Trabajo de fin de grado. Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. Universidad Politécnica de Madrid.

Martínez Cearra, A. (2004). El cambio en infraestructuras y la regeneración urbana. Revista Internacional de Estudios Vascos 49(1): 51-75.

Moreno, A., et al. (2005). Plan de renovación de Bilbao y la Ría del Nervión. Pontificia Universidad Católica de Chile, Escuela de Arquitectura.

Rodríguez, A. (2002). Reinventar la ciudad: Milagros y espejismos de la revitalización urbana en Bilbao. Lan Harremanak 6: 69-108.

www.bilbaoria2000.org, www.bizkaia.eus/kobie.

www.bizkaia.eus/fitxategiak/04/ondarea/Kobie/PDF/5/Kobie_16_web-7.pdf

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