Visualizar el futuro posible e ir decantando proyectos concretos
Carlos Santillán Doherty Coordinador del Comité Técnico de Planeación del CICM.
El papel de la planeación de la infraestructura es imaginar un país donde los derechos humanos se satisfagan, y muchos de esos derechos humanos dependen de la infraestructura: de que el agua se canalice, que el drenaje desfogue el agua, que haya comunicación, que haya conectividad, que haya energía, etcétera.
Ingeniería Civil (IC): La necesidad de planeación es un principio que el Colegio de Ingenieros Civiles de México ha expresado desde hace décadas. ¿Cuál es el balance que se ha hecho en el Comité Técnico de Planeación para formular un enfoque distinto que permita lograr resultados, especialmente frente a las autoridades?
Carlos Santillán Doherty (CSD): Bueno, esto es válido tanto para el sector público como para el empresarial. En el caso del sector público es doblemente importante, y por desgracia desde mediados de los ochenta se han ido desmantelando capacidades del Estado para planear y no se han repuesto hasta la fecha. Apenas durante este sexenio vimos la publicación en el Diario Oficial de un lineamiento de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes para la planeación de vías terrestres, que quedará a cargo de la Dirección General de Servicios Técnicos.
IC: Se plantean tres factores importantes a la hora de planificar: la rentabilidad social, la rentabilidad económica y el cuidado del medio ambiente. ¿Será necesario abordar un factor adicional… comenzar por un proyecto de nación, qué país quieren los mexicanos para los próximos 10, 20 años, antes de pensar en cuáles obras de infraestructura, dónde, cuándo y para qué? ¿Por ejemplo, desarrollar las grandes ciudades, optar por generar desarrollo en las pequeñas y medianas buscando un desarrollo equilibrado por regiones?
CSD: Totalmente. Ese es el aporte esencial de la planeación: visualizar ese futuro posible e ir decantando proyectos concretos a los cuales –estos sí– pasar por los tres filtros que se mencionan, es decir, a partir de un modelo de país ideal, producto de un ejercicio de planeación, formular proyectos para lograrlo, pero que sean rentables, que tengan un impacto social favorable y no negativo para el medio ambiente. La planeación, entonces, nos permite visualizar el futuro, diagnosticar e imaginar posibles situaciones, lo que se traduce en la necesidad de proyectos concretos –sostenibles– de infraestructura.
IC: ¿En la misión del Comité de Planeación del colegio se está considerando el proyecto de nación?
CSD: Se está considerando como cuarto filtro, aunque en realidad es el punto de partida: una visión de país. Ese es el papel de la planeación de la infraestructura: imaginar un país donde los derechos humanos se satisfagan, y muchos de esos derechos humanos dependen de la infraestructura: de que el agua se canalice, que el drenaje se desfogue, que haya comunicación, que haya conectividad, que haya energía, etcétera. Entonces, sí lo tenemos visualizado así. En el Comité Técnico de Planeación la cartera de proyectos no es la prioridad. Es más del interés de otros comités de áreas específicas como el sector hídrico, el desarrollo urbano, la energía…
IC: ¿Cuáles han sido los proyectos más significativos que ha trabajo el comité en los últimos años?
CSD: Nuestra prioridad es plantear, impulsar y lograr un Sistema Nacional de Planeación; desde hace años ha habido esta inquietud en el sector de la infraestructura en general y lo abordan mucho otros organismos, por ejemplo la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, entre otros. Ha habido siempre una inquietud por crear un Instituto Nacional de Planeación. Nosotros vamos un poco más allá: en lo que estamos pensando es en un Sistema Nacional de Planeación que articule y logre sinergias para una planeación y desarrollo de la infraestructura más efectivos.
IC: ¿Cómo distingue uno del otro?
CSD: En muchas de las visiones sobre estos organismos está la idea de crear una suerte de entidad no gubernamental que esté actuando, señalando lo que hay que hacer. A nosotros nos parece que eso no se articula con las estructuras y el marco jurídico que tiene el país. Pensamos que debe ser un sistema, un conjunto de elementos, tanto públicos como privados, que se articulen en forma sistémica y conduzcan a la planeación de infraestructura. Esa es la principal diferencia.
En el Comité de Planeación del CICM consideramos por ejemplo –y esto sigue en discusión interna– que en el gobierno haya una dependencia para la planeación de la infraestructura y otra dependencia de formulación de proyectos que se haga cargo de los estudios de ingeniería básicos; de determinar las especificaciones y hacer que los proyectos cumplan con los tres criterios que mencionaba; de licitarlos, de operarlos, de mantenerlos. Por parte del sector no público nuestra idea es que exista una agencia de infraestructura, como se ha planteado antes, pero interactuando –o al menos influyendo positivamente– con estas otras instancias públicas que acabo de mencionar.
IC: ¿Qué oportunidades ve el comité para los próximos años, especialmente en términos de innovación y tecnología en la ingeniería civil?
CSD: Permítame ampliar mi respuesta anterior. Otra cosa que hemos notado en la iniciativa que ha habido desde hace muchos años con respecto al Instituto de Planeación de Infraestructura es que no ha trascendido más allá de la elaboración de la idea. Distintos organismos la han formulado muy elocuentemente, pero no se ha concretado. Consideramos que sí, ya estamos de acuerdo en ello, ahora debemos avanzar en concretar, es decir, por ejemplo, hacer un ejercicio de planeación estratégica en el que se defina, entre otros aspectos, su propósito y la visión que tenemos de él. También plantear su forma de operar, su configuración jurídica, los servicios o productos que debería ofrecer, su forma de abordar la comunicación social, en fin, pensamos que para ello deben reunirse todos los actores involucrados: académico, empresarial y público, en una especie de “Alianza por la Infraestructura” y desplegar estas acciones puntuales.
Y con respecto a su siguiente pregunta, justamente discutíamos en una reunión muy reciente algo que me llamó mucho la atención: este proceso de planeación puede tomar tiempo y hacerse engorroso. Por ejemplo, imagínese un gobierno municipal que tiene tres años para planear y ejecutar: es muy poco tiempo. Incluso en proyectos grandes para el gobierno federal y estatal, en proyectos que tienen una vida útil de unos 50 años… tres o seis años es muy poco tiempo. Las nuevas tecnologías, como el modelado de proyectos, el BIM, la inteligencia artificial, pueden ayudar pero deben participar los ingenieros civiles y otros profesionales.
IC: Trajo a colación un tema de la mayor relevancia cuando habló de los factores y los niveles de gobierno. ¿No debe analizarse la necesidad de ajustes en materia legislativa?
CSD: Sí, definitivamente.
IC: ¿Qué estuvieron viendo al respecto?
CSD: Tenemos un marco legal que no considera la naturaleza de la infraestructura. Contamos con una Ley General de Planeación pero deberíamos contar, además, con una Ley de Infraestructura, puesto que la infraestructura tiene una naturaleza distinta a otros aspectos de la planeación general que requiere un país.
En primer lugar, el ciclo de desarrollo de la infraestructura es muy amplio en el tiempo, entonces, normalmente el Poder Ejecutivo no se interesa mucho por proyectos que no va a ver ejecutados en su ejercicio administrativo, y por ello los planes de infraestructura van quedando cortos, a partir de una visión limitada a un periodo de gobierno. Ello impide formular –y ejecutar– esa visión de país a 20, 30 o más años, como usted planteó.
IC: ¿El Comité de Planeación ha analizado alguna posible propuesta en materia de ajustes legislativos, legales?
CSD: No específicamente. Estamos trabajando en el Sistema Nacional de Planeación. Seguramente un producto o un subproducto de este sistema va a tener que abordar el marco regulatorio, de tal suerte que se incorpore la visión de largo plazo y la institucionalización de los organismos y dependencias necesarios, ejecutivos, para hacer realidad el proyecto de nación y el desarrollo de la infraestructura que dicho proyecto demande.
IC: ¿Cómo aborda el comité los riesgos y la mitigación de problemas potenciales en la planeación de la infraestructura, los temas ambientales, el derecho de vía, la conformidad de las comunidades…?
CSD: Trabajamos en ello. Consideramos que, si se le diera a la planeación la relevancia y atención que merece, la gran mayoría de los problemas que se presentan frente a la construcción de infraestructura no ocurrirían. Digamos que la función de la planeación es identificar los proyectos correctos, esto es, los que la gente va a recibir bien, por los beneficios directos o indirectos que les aporten, siendo el impacto a su medio ambiente algo ya de su principal interés.
IC: Existe la necesidad de planificar en función de las condiciones y características específicas de cada país, pero hay muchas experiencias internacionales de las cuales se puede partir para facilitar el trabajo. ¿Qué opinión tiene al respecto? ¿Tiene el Comité Técnico de Planeación del CICM interacción con otras instituciones nacionales o internacionales, públicas, gremiales, empresariales y académicas?
CSD: Sí. La planeación debe tener alcance nacional, pero debe formularse a partir de las necesidades regionales y locales. La Ley General de Planeación permite, en su proceso de calificación por parte de la Cámara de Diputados, considerar los intereses regionales y locales. Nos interesa trabajar con el nivel ejecutivo y con la representatividad de la población, que es la Cámara de Diputados y las instancias equivalentes en los municipios. Pero esto no quiere decir que no busquemos experiencias fuera de México. Si bien no lo hacemos aún institucionalmente, sí tenemos motores de búsqueda que están detectando publicaciones en el mundo que hacemos disponibles para los integrantes del CICM. También ocasionalmente tenemos contacto con extranjeros, aunque por relaciones personales de algunos de nuestros socios, que sin duda debemos formalizar institucionalmente.
IC: Entonces, ¿el Comité tiene interacción con el Poder Ejecutivo y también con gobiernos estatales y municipales?
CSD: No formalmente, porque nuestro Comité de Relaciones Gubernamentales se encarga de eso. Como Comité de Planeación hemos mantenido acercamientos y sesiones de trabajo con quienes hacen la planeación en los Institutos Municipales de Planeación, en los Institutos Estatales de Planeación, pero son invitaciones esporádicas que hacemos a nuestras sesiones mensuales, a las cuales acuden para exponer lo que están trabajando y la manera en que lo están haciendo. Sí resultaría interesante poder articularse más en el trabajo de estos organismos y poder incidir. Ahí trabajaremos con nuestro Comité de Relaciones Gubernamentales, en el CICM, para estrechar institucionalmente esos lazos, sobre todo ahora, al inicio de la nueva administración federal, que está obligada por ley a elaborar el Plan Nacional de Desarrollo. Deberíamos interactuar e influir positivamente en su formulación, sobre todo por lo que toca a infraestructura física, como lo mandata la Ley General de Planeación, y luego colaborar con el Congreso y con las distintas dependencias del gobierno federal para su aprobación.
IC: Las nuevas tecnologías tienen un papel cada vez más importante. Sin embargo, nunca debería dejarse de lado el valor de la experiencia de los ingenieros, de las generaciones anteriores, que aportan no solamente su conocimiento sino su experiencia. Además, ¿no considera necesario para que haya un buen trasvase generacional la participación de ingenieros jóvenes en todas estas actividades?
CSD: Sí, sin duda es muy necesario. Yo quiero ocuparme en atraer el interés de los jóvenes ingenieros e ingenieras, luego de casi 30 años en que se ha estado desmantelando la capacidad de planeación del Estado, ya que ese desmantelamiento impacta de alguna manera en las instituciones de formación de ingenieros, y a los estudiantes quizá el tema de la planeación se les haga lejano, o poco trascendente: no se imaginan especializarse en planeación porque quién los va a invitar a trabajar si no hay una instancia de planeación que los convoque.
IC: Antes usted se refirió al aspecto legal, ahora lo hace al académico. ¿De qué manera se deberían ajustar los planes de estudio para que el tema de la planeación sea considerado de manera destacada, incluso como una materia específica?
CSD: Es un asunto que debemos abordar. Cuando estudié la carrera de Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la UNAM tomé el curso de Planeación, un curso de un semestre, no había más al respecto. Sí habría que impulsar el tema de planeación de la infraestructura para conectar a los alumnos con la necesidad de siempre visualizar un futuro para el país.
IC: ¿Se están realizando reuniones conjuntas con el Consejo Académico del CICM para abordar este tema?
CSD: Se han hecho. Deberemos trabajar más en ello.
IC: ¿Cuáles son las prioridades que tiene hoy el Comité Técnico de Planeación?
CSD: Avanzar en la creación de estos organismos de planeación de los que hemos hablado, avanzar en la Alianza por la Planeación de la Infraestructura y formalizar y activar una especie de consejo, y que no quede solo en palabras, que no solo se firme un documento o un convenio, sino que se ponga en marcha.
IC: ¿Qué iniciativa está implementando el Comité de Planeación para fomentar hacia fuera y con otros comités técnicos del CICM el tema de la sostenibilidad y las prácticas ecológicas en la ingeniería civil?
CSD: Por convicción, y porque tenemos la instrucción desde nuestro Consejo Directivo, observaremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS, ONU), que consideran estas cuestiones.
Para aterrizarlo, deberemos filtrar toda nuestra actividad y productos con la óptica de los ODS. Por otro lado, nuestros artículos en la revista IC y en El Universal, nuestro Foro de Planeación, nuestra participación en el Congreso Nacional de Ingeniería Civil deben ser abordados desde esta óptica. En lo personal, me gustaría contar en el CICM con una especie de observatorio del Sistema de Información de los ODS (del Inegi; se pueden ver en el sitio agenda2030.mx/#/home) para formular recomendaciones desde la ingeniería civil.
IC: ¿De qué manera motivaría a los ingenieros civiles más jóvenes (y no solamente a ellos) para participar en el Comité Técnico de Planeación y en los demás?
CSD: Una primera motivación debe ser el proyecto de nación; otra, la posibilidad de conocer y aprender de los ingenieros civiles de mayor conocimiento y experiencia que participan en el CICM, y más específicamente en los comités técnicos: ingenieros que han resuelto retos verdaderamente complejos en el país. Y una más es que tendrán la libertad de participar, según sus intereses, en las actividades del comité, así como de impulsar sus iniciativas.
IC: ¿Cómo opera el Comité Técnico de Planeación?
CSD: Mi función es coordinar, no dictar, no bajar línea. En ese sentido, tenemos varios espacios de trabajo al interior del comité, donde los integrantes pueden tomar iniciativas y desarrollar ideas o inquietudes; mi papel es motivar para que desarrollen lo que quieran producir. También impulsamos la coordinación con otros comités técnicos en temas que estamos trabajando.
Aprovecho para hacer una invitación a los lectores de la revista a que se propongan como integrantes del Comité de Planeación y de los demás comités técnicos del CICM, en particular a jóvenes ingenieros e ingenieras miembros del CICM.

IC: ¿Tiene alguna reflexión final o comentario?
CSD: Sí, con gusto. México requiere una visión de largo plazo que considere la rentabilidad social, económica y ambiental de los proyectos de infraestructura. El Comité Técnico de Planeación propone un sistema que articule a los actores públicos y privados para una planeación y desarrollo de la infraestructura más efectivos. Se necesita una Ley de Infraestructura Física que reconozca la naturaleza distintiva de esta y establezca un marco regulatorio adecuado, no solo pensando en la obra sino en todas las fases del ciclo de desarrollo de la infraestructura. Si estamos pensando en el largo plazo, es fundamental involucrar a las nuevas generaciones de ingenieros en la planeación de la infraestructura para asegurar la transferencia de conocimiento y experiencia. Solos no podemos; se propone crear una alianza entre los sectores académico, empresarial y público para impulsar la planeación y gestión, en general, de la infraestructura en México. Se debe también utilizar la tecnología para mejorar la eficiencia y la calidad de la planeación de la infraestructura. Se invita a los ingenieros y a las ingenieras civiles, especialmente jóvenes, a participar en el Comité Técnico de Planeación y en los demás comités técnicos del CICM.
La planeación de la infraestructura es un tema crucial para el desarrollo de México. Es necesario que todos los sectores de la sociedad trabajen juntos para crear un sistema de planeación efectivo que permita construir un futuro mejor para el país.
Entrevista de Daniel N. Moser.