Héctor Durán Díaz Director general de Agua de Puebla para Todos.
Tecnología, innovación y un amplio beneficio social, todo esto reúne la sala de control de Agua de Puebla, con la que se monitorea en tiempo real la red de agua potable de la ciudad y que permite responder de inmediato a cualquier contingencia, como fugas, pérdida de presión, fallas de energía eléctrica o descomposturas.
La empresa que tiene la concesión de este servicio en la capital del estado y algunas zonas conurbadas asumió el reto de poner a la disposición de sus usuarios lo último en tecnología, para responder a las demandas de una de las ciudades con mayor crecimiento en México.
Actualmente se tienen cerca de 190 pozos que abastecen a la ciudad, y la sala de control opera en un esquema de 24/7, esto es, las 24 horas del día y los siete días de la semana, para supervisarlos de forma permanente. Por medio de este centro es posible medir en tiempo real el flujo y la presión con que se recibe y abastece el agua potable a la zona de cobertura de la concesionaria.
Además, si hay una alerta, el equipo responsable informa al personal de campo para que acuda al punto con problemas para resolverlos en el menor tiempo posible, e incluso se opera desde la sala el detenimiento del suministro, para evitar el desperdicio del vital líquido, o la reactivación remota, según sea el caso.
Para concretar la sala de control fue necesario que Agua de Puebla para Todos trabajara y realizara inversiones durante cinco años; se requirió un largo y complicado levantamiento de campo en el que se recorrieron calle por calle los 3,200 kilómetros de infraestructura existente.
Posteriormente, se realizó la instalación del equipo de cómputo y alta tecnología en un espacio habilitado con ese fin. Desde ahí, personal especializado opera tanques y pozos, además de que se cuenta con 900 loggers (sensores traídos de Inglaterra) para detectar el momento exacto en que se presenta una contingencia en el suministro de agua. Dichos loggers indican si la presión aumenta o disminuye para con ello detectar con facilidad una fuga.
Antes de que existiera la sala de control, las fugas de agua potable que reportaban los usuarios eran atendidas en tiempos largos e indeterminados; ahora esto se hace en un máximo de 72 horas, gracias al monitoreo permanente.
Con el uso de tecnología de punta es posible conocer cómo se distribuye el agua potable y también se conoce de inmediato la información de cada toma, como el nombre del cliente, el diámetro de su toma, si tiene o no medidor y los días en que recibe el suministro, lo cual permite que la empresa pueda darle una mejor atención.
¿Qué se hace en la sala de control?
El centro especializado permite monitorear en tiempo real los 133 pozos instrumentados, detectar paros, controlar pozos automatizados en mapas así como flujos y volumen, visualizar los parámetros eléctricos para el control de voltajes, controlar las cámaras antivandalismo y monitorear 24/7 los 17 módulos de atención.
Se realizó la instalación del equipo de cómputo y alta tecnología en un espacio habilitado con ese fin. Desde ahí, personal especializado opera tanques y pozos, además de que se cuenta con 900 loggers (sensores traídos de Inglaterra) para detectar el momento exacto en que se presenta una contingencia en el suministro de agua. Dichos loggers indican si la presión aumenta o disminuye para con ello detectar con facilidad una fuga.
Con esta tecnología se pueden optimizar también las inversiones, toda vez que se determina con mayor exactitud dónde se requieren nuevas obras y dónde es tiempo de llevar a cabo acciones de mantenimiento o sustitución de equipos.
El rezago tecnológico en México
Nuestro país enfrenta un rezago de 25 años en cuanto a tecnología. En este panorama, la empresa operadora comenzó a modernizar los sistemas existentes en la ciudad de Puebla en beneficio de sus clientes, tanto domésticos como comerciales e industriales.
Con la implementación de sistemas de telemetría y la automatización de parte de sus procesos, se ha podido recuperar agua potable que antes se perdía en fugas y ahora el abasto llega a más usuarios.
De esta manera, se tienen monitoreadas las fuentes de abastecimiento, las posibles anomalías en la red hidráulica y la atención inmediata de éstas. A la fecha, Agua de Puebla para Todos lleva 60 pozos automatizados, tanques y sistemas de rebombeo, lo que permite optimizar sus sistemas y ser más eficientes en la atención de todos los usuarios.