Los sectores hídrico, energético y alimentario están cada vez más interconectados y son más interdependientes, a tal grado que las decisiones tomadas en uno de ellos influyen en los demás. Con el crecimiento de la población y el desarrollo económico basado en el aprovechamiento intensivo de recursos naturales, las demandas en esos tres sectores aumentarán significativamente en un contexto de urbanización y cambio climático.
Se estima que para el año 2050 se requerirá en el mundo 80% más energía, 55% más agua y 60% más alimentos que en 2015 (ONU, 2015). En la región de América Latina y el Caribe, actualmente 50 millones de personas aún no tienen acceso a una alimentación adecuada; casi 34 millones carecen de fuentes apropiadas de abastecimiento de agua, y más de 106 millones, de instalaciones de saneamiento adecuadas (OMS-Unicef, 2016). A esto se suma una creciente demanda energética con fuerte presión en la generación hidroeléctrica.
Para dar cumplimiento en el mediano y largo plazo a tales demandas, es necesario comprender las interdependencias entre agua, energía y alimentación, e introducir un enfoque integral que permita alcanzar la seguridad en los tres ámbitos sin dejar de lado el medio ambiente.
Desarrollo del enfoque intersectorial
La importancia de interconectar las perspectivas de seguridad de los tres sectores fue puesta en la agenda internacional en la Conferencia de Bonn de 2011, con el lema “El nexo agua, energía y seguridad alimentaria”. El nexo mencionado proporciona un marco de acción para identificar las sinergias y establecer compensaciones entre estos sectores, al tiempo que permite gestionar integradamente las demandas y ofertas de manera sostenible reduciendo los posibles conflictos intersectoriales.
Este “enfoque nexo” se apoya en el desarrollo de mecanismos o herramientas de coordinación para la toma de decisiones promueve la formulación de políticas (hídricas, energéticas, agrícolas y ambientales) en las que se consideran las interdependencias desde un principio. Su implementación depende en gran medida del contexto geográfico específico, en particular de las condiciones climáticas, políticas, económicas y sociales.
En América Latina y el Caribe, la gobernanza de los recursos naturales constituye una creciente preocupación de los gobiernos. De hecho, la debilidad para realizar esta tarea es la razón principal de la proliferación de conflictos sociales en la región relacionados con el medio ambiente y con grandes proyectos de infraestructura. El enfoque nexo adaptado a una región ofrece una oportunidad para el diálogo y el intercambio entre sectores, así como para la coordinación de la política sectorial y la inversión nacional durante la etapa de planificación.
Con este motivo, la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ), cofinanciada por la Unión Europea, estableció el Diálogo Regional sobre el Nexo en América Latina y el Caribe, en estrecha cooperación con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Este diálogo busca posicionar el enfoque nexo en el nivel político-administrativo, para lograr una planificación coherente y una inversión multisectorial acorde con las condiciones actuales. Conseguir el posicionamiento de este enfoque derivará en la aprobación de recomendaciones de políticas públicas nacionales y regionales relacionadas con agua, energía y alimentación y sus interacciones, y el establecimiento de un plan de acción regional con la participación de los actores relevantes.
Elementos clave
La primera fase del diálogo se extiende hasta 2018. Los elementos clave de apoyo en este marco son el fortalecimiento de las capacidades para la planificación de proyectos con el enfoque nexo y la gestión del conocimiento.
La capacitación debe otorgar herramientas para el análisis de escenarios y alternativas con el fin de facilitar, por ejemplo, la identificación de sinergias entre los sectores y su conversión en soluciones, el manejo de conflictos de objetivos, la operatividad intersectorial y la promoción de instrumentos de planificación nacional (como la evaluación estratégica ambiental) o de modelos de gestión para infraestructura de uso múltiple.
La gestión del conocimiento, por su parte, requiere una fuente primaria de información sobre desarrollos y actividades relevantes en la región y el mundo para los diferentes grupos de interés. Actualmente se cuenta con la Plataforma de Recursos Nexo (The Water, Energy and Food Security Resource Platform), disponible en www.water-energy-food.org.
En marzo de 2016 se llevó a cabo el primer encuentro de trabajo en la sede subregional de la CEPAL en México. Durante el taller se discutió la importancia de la perspectiva nexo para América Latina y el Caribe en los ámbitos regional, nacional y sectorial, y se identificaron posibles interacciones prioritarias en relación con aspectos técnico-económicos, de inversión y de desarrollo de capacidades, así como sectoriales e intersectoriales.
Encuentro de trabajo
En marzo de 2016 se llevó a cabo el primer encuentro de trabajo en la sede subregional de la CEPAL en México. Durante el taller se discutió la importancia de la perspectiva nexo para América Latina y el Caribe en los ámbitos regional, nacional y sectorial, y se identificaron posibles interacciones prioritarias en relación con aspectos técnico-económicos, de inversión y de desarrollo de capacidades, así como sectoriales e intersectoriales.
Algunas prioridades de la región identificadas durante dicha reunión son las siguientes:
- Definición de políticas de largo plazo a partir de los marcos institucionales, así como identificación de las buenas prácticas actuales en los sectores involucrados, considerando desde los tomadores de decisiones hasta los propios usuarios.
- Enfoque de políticas públicas y proyectos en la gestión de la demanda de recursos, no sólo en la ampliación de la oferta. En el caso del sector hídrico, la demanda es alta pero la oferta es únicamente reactiva, con poca influencia en las políticas sectoriales. Además, la gestión de los recursos debe considerar criterios de sostenibilidad, gobernanza y educación.
- Incorporación, en la etapa de planificación de proyectos de inversión, del enfoque nexo y el análisis de las posibilidades de integración con otros sectores. De igual forma, este enfoque debe incorporarse en los procesos de evaluación y certificación de proyectos. Tales prácticas, junto con una adecuada gestión territorial y participación ciudadana, pueden ayudar a prevenir y manejar conflictos sociales surgidos de la planificación y desarrollo de proyectos, para lo que se hace necesario contar con mediadores especializados en el enfoque intersectorial.
- Reconocimiento de la cuenca hidrológica como unidad de referencia fundamental para la gestión integrada de los recursos hídricos. Los planes nacionales en materia de agua deben poseer un enfoque multisectorial para lograr la seguridad y sustentabilidad hídrica y apoyar la seguridad energética y alimentaria. Los objetivos de estos planes deben incluir el fortalecimiento de los servicios (abastecimiento de agua potable, alcantarillado, saneamiento y tratamiento de las aguas residuales) y el aseguramiento del agua para su uso sustentable en actividades económicas y sociales.
- Redefinición de subsidios para el sector primario, con objeto de evitar acciones inapropiadas que comprometan el manejo sustentable del agua y de la energía.
- Fortalecimiento de las facultades de control e implementación efectiva del Estado. En algunos casos no existen normas, leyes y reglamentos; en muchos otros están desactualizados (no se ajustan a los problemas actuales o son contradictorios). En caso de existir, no se aplican en forma efectiva, sino con débiles sistemas de control y monitoreo. La creación de organismos o mecanismos necesarios para coordinar los sectores hídrico, energético y alimentario puede ser sumamente útil, más aun cuando sus disposiciones son obligatorias para todas las partes.
- En la escala sectorial, ejemplos de interconexiones identificadas son la planificación de infraestructura multifuncional, el gasto energético de los servicios de agua y abastecimiento, el uso de energía renovable para bombeo de agua en la agricultura y el reúso de aguas residuales con criterios de eficiencia energética.
A ese primer encuentro asistieron autoridades y profesionales de distintas instituciones de la región y del mundo. Por parte de México participaron la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua y el Instituto de Ingeniería Agrícola y Uso Integral del Agua. Del ámbito internacional se contó con la participación del Banco Interamericano de Desarrollo, la Unión Europea y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
La exitosa realización del taller produjo nuevos incentivos y puntos de vista para la continuidad del Diálogo Regional sobre el Nexo en América Latina
Referencias
OMS-Unicef (2016). Programa Conjunto de Monitoreo para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento. Datos de 2015. Disponible en: http://www.wssinfo.org/
ONU (2015). Informe de las Naciones Unidas sobre los Recursos Hídricos en el Mundo 2015 “Agua para un mundo sostenible”.
Fuente: Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).