Entrevista a Blanca Jiménez, directora general de la Conagua.
El más importante de nuestros objetivos es que todas las personas puedan ejercer el derecho humano al agua, en especial grupos indígenas y comunidades rurales con alto grado de marginación.
La doctora Blanca Jiménez Cisneros, directora general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), atendió esta entrevista para la revista de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) de México.
Comenzamos preguntando cuáles fueron sus impresiones y sus expectativas, así como la evaluación que hizo del sector hídrico en México al asumir el cargo y, comparativamente, el balance que hace a seis meses de gestión.
Nos dice que México y el agua siempre han sido y seguirán siendo su pasión, y esta pasión la llevó a dejar París, donde se ubica la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), para aceptar la invitación del presidente Andrés Manuel López Obrador para ser la primera mujer que dirige la Conagua.
Ingeniera ambiental con maestría en Control de la contaminación, así como doctorado y posdoctorado en Tratamiento de agua residual y reúso, Blanca Jiménez llegó a su actual cargo habiendo trabajado en el ámbito hídrico durante más de 35 años, los últimos de ellos en el Instituto de Ingeniería de la UNAM y en el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO.
Para empezar, nos habla de cómo recibió el organismo público que administra las aguas nacionales, los objetivos que marcó a su llegada, los problemas que ha identificado y los proyectos prioritarios que se tienen, entre otros temas.
“El más importante de nuestros objetivos –subraya– es que todas las personas puedan ejercer el derecho humano al agua, sin importar su origen geográfico ni sus condiciones sociodemográficas, en especial grupos indígenas y comunidades rurales dispersas con alto grado de marginación.”
Hay poco avance en cuanto al saneamiento del agua, y todavía hay un gran reto por superar en materia de suministro. La Conagua lo está haciendo bien, pero necesita encontrar la forma de motivar a los presidentes municipales y los gobernadores para que se involucren mucho más en la prestación de servicios, particularmente para las zonas conurbadas y rurales. En la cuestión hidroagrícola, las presas y canales necesitan mucho mantenimiento, porque se les dio muy poco en el pasado y este es un trabajo que siempre hay que hacer a pesar de su costo.
Resume sus primeras impresiones sobre la situación actual del entorno hídrico nacional diciendo que “la situación del agua en México es mucho más preocupante de lo que imaginaba, principalmente en cuanto a su administración”, pues considera que “hay que poner mucho orden en el tema de las concesiones, tener absoluta transparencia, control de la corrupción y utilizar herramientas mucho más modernas.
”Por ejemplo –continúa–, el portal Conagua en Línea nos va a permitir controlar mucha de la corrupción que se está dando y también al mercado negro de los derechos de agua. Es un asunto muy delicado e importante al que le estamos dando prioridad.”
Para ella, “hay poco avance en cuanto al saneamiento del agua, y todavía hay un gran reto por superar en materia de suministro. La Conagua lo está haciendo bien, pero necesita encontrar la forma de motivar a los presidentes municipales y los gobernadores para que se involucren mucho más en la prestación de servicios, particularmente para las zonas conurbadas y rurales.
”En lo referente a la cuestión hidroagrícola –apunta– se presenta un problema con la infraestructura, ya que las presas y canales necesitan mucho mantenimiento, porque se les dio muy poco en el pasado y este es un trabajo que siempre hay que hacer a pesar de su costo.”
Consultada sobre las principales tareas en las que se enfocará la Conagua, Blanca Jiménez precisa que básicamente son tres: “La primera es la administración transparente y ordenada del recurso agua para asegurar el acceso a ella y su preservación. La segunda es el abastecimiento de agua en bloque a agricultores y a organismos operadores para que proporcionen el servicio al campo y a los habitantes de este país. Y la tercera, la protección a la población contra los fenómenos hidrometeorológicos, como inundaciones y sequías”, tema en donde ve mucha experiencia de la Conagua.
Destaca que “desde esta perspectiva, uno de los principales objetivos de la Conagua es poner un control y combatir la corrupción en la administración del agua. Otro, sin duda, es iniciar un programa eficiente de saneamiento. Va a requerir tiempo, porque se necesita una inversión muy fuerte y tener una visión clara para el manejo de la infraestructura de todo tipo de suministro para las ciudades y el riego. Uno más es racionalizar los tipos de emergencia. Por ejemplo, se compró equipo casi igual para todos los Centros Regionales de Atención a Emergencias (CRAE) del país, pero no se requieren los mismos equipos. Debemos hacer un rediseño de los CRAE partiendo de dónde están, por qué están y qué tipo de infraestructura deben contener; además, unos estados han avanzado más que otros en la prevención y control de inundaciones”.
Trabajar mucho más en la cuestión de atención a emergencias de manera coordinada con las otras entidades del gobierno federal es una tarea que agrega a sus objetivos.
En materia de agua potable, alcantarillado y saneamiento, la primera mujer en dirigir la Conagua indica que “aunque ahora hay una mayor cobertura del servicio de agua potable, el principal problema es mejorar la calidad del servicio, tener continuidad y una buena calidad del agua todo el tiempo. Esto requiere inversiones con objeto, entre otros, de cubrir el costo de la energía eléctrica para poder suministrar, tratar y conducir el agua”.
De igual forma, comenta que en cuanto a alcantarillado y saneamiento hay mucho que hacer para tener plantas depuradoras que estén funcionando eficientemente, junto con el manejo de los lodos.
“Y aquí también –completa– habrá que ver la manera de tener menores costos en energía eléctrica, porque es algo que come los programas. La operación se lleva mucho del dinero de los diversos organismos operadores que intervienen, y tenemos que encontrar formas de utilizar menos energía y energías alternas, pero también de tener tarifas eléctricas acordes a los costos de los servicios.”
Se tiene el objetivo de racionalizar los tipos de emergencia. Por ejemplo, se compró equipo casi igual para todos los Centros Regionales de Atención a Emergencias (CRAE) del país, pero no se requieren los mismos equipos. Debemos hacer un rediseño de los CRAE partiendo de dónde están, por qué están y qué tipo de infraestructura deben contener; además, unos estados han avanzado más que otros en la prevención y control de inundaciones.
Respecto a los proyectos en materia de agua potable y saneamiento, Blanca Jiménez destaca que el Túnel Emisor Oriente (TEO) estará terminado este año y beneficiará a 22 millones de habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México que en todas las épocas de lluvia sufren de inundaciones. Se trata de una obra única en el mundo, con una extensión de 62 kilómetros.
Le pedimos que abunde sobre la importancia de esta obra y sus impactos en el manejo del agua, y explica que “al operar al 100%, se sumará al Gran Canal del Desagüe y a los túneles emisores Poniente y Central, con lo que se incrementará la capacidad de desalojo de agua en 50%, de 320 a 470 metros cúbicos por segundo. Con este flujo se podría llenar ocho veces el estadio Azteca en un solo día”.
Es una obra de especial relevancia para el Valle de México. Durante los últimos años había reticencia por parte de sus responsables para referirse a ella, porque se habían superado muy ampliamente los plazos de entrega y los costos. Los contratistas argumentaban que tanto plazos como costos fueron subestimados, por lo que debían reconsiderarse los grados de aumento en ambos rubros. “Luego de 11 años de haberse iniciado la construcción –reitera–, estará terminada en este año 2019.”
Por otra parte, menciona que el tema de agua potable de la Ciudad de México es uno de los desafíos en los que más está trabajando la Conagua. “La planta Los Berros está igualita que cuando la fui a visitar por primera vez en mi época de estudiante. Necesita mucha inversión, ya que opera por debajo de su gasto de diseño y con muchas ineficiencias”, dice.
Precisa que pocos países tienen plantas que operen por debajo de su capacidad de diseño, sobre todo con la capacidad económica de México. “Generalmente están operando a su gasto de diseño o por encima de él. Entonces, aquí hay una serie de problemas que hay que revisar.”
En cuanto al agua potable, afirma que también hay interés en llegar más y mejor a las comunidades rurales, que son a las que más falta les hace este tipo de servicio, y para ello, nos cuenta, “iremos adecuando poco a poco las reglas de operación. Esperamos que el año que entra tengamos mejores reglas”.
Indica que el tema de saneamiento es uno que se puede ver en dos grandes vertientes. “Se tiene que promover que los presidentes municipales y gobernadores inviertan en él. La manera en que la Conagua hace esto es motivándolos o a través de la aplicación de sanciones.”
Al cuestionarle sobre la implementación de mecanismos adicionales para el fortalecimiento de los organismos operadores del país, la titular de la Conagua precisa que “será principalmente a través de promover entre gobernadores y presidentes municipales la importancia del tema del agua, que está relegado, en muchos casos por los atributos que otorga la ley a los diferentes niveles de gobierno”.
Para Jiménez Cisneros, una de las principales tareas por realizar es “lograr que se valore más el agua. Que la necesidad y la demanda de la población llegue a los gobernadores y a todos los niveles de gobierno para que también se fortalezca esta área”.
Blanca Jiménez refiere el trabajo colegiado que realiza la Conagua con la ANEAS: “Las asociaciones son buenas siempre y cuando sirvan de contrapeso y sean muy transparentes, representativas e incluyentes, pues la transparencia y la atención a los ciudadanos no se aplica únicamente a la Conagua, sino también a las asociaciones. La ANEAS puede fortalecer su papel si también se dedica a brindar más ayuda para que los organismos operadores intercambien información y tengan mayor presencia”
Entrevista de Daniel N. Moser