La norma AASHTO T-307 contiene los lineamientos para la determinación del módulo resiliente en suelos. En este artículo se exponen las condiciones que dieron origen a dicha norma y se detalla en qué consisten las pruebas para evaluar la deformabilidad de las capas granulares que conforman un pavimento.
Elaborado por Alexandra Ossa López y Mario Flores Guzmán, II UNAM.
Los criterios utilizados para el diseño de las capas que conforman una estructura de pavimento flexible de carreteras y aeropistas son el control del agrietamiento por fatiga en la capa superficial o carpeta asfáltica y el control de la deformación permanente en la interfaz de la estructura del pavimento y el terreno natural (véase figura 1). Tradicionalmente, en la práctica del diseño de pavimentos en varios países, incluido México, la caracterización de las capas granulares y de aquella que subyace en el pavimento se limita en la mayoría de los casos a la estimación empírica del módulo resiliente en función de los resultados de las pruebas CBR (California bearing ratio) o VRS (valor relativo de soporte). Lo anterior, pese a que esta prueba en su origen fue concebida como una forma indirecta de medir la resistencia de los suelos al corte en ciertas condiciones particulares que no necesariamente son representativas del nivel de esfuerzos del suelo en campo.
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