11 mayo, 2025 7:48 pm

Javier Cuitláhuac Palacios Hernández Licenciado en Física y matemáticas, maestro en Ciencias con especialidad en Ingeniería nuclear, diplomado en Planificación energética y doctorado en Ciencias nucleares. Director general del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares.


La energía nuclear es una energía limpia; es sustentable y es parte muy importante de la solución frente a la amenaza del cambio climático. Es el mejor socio complementario de las energías renovables; es capaz de generar 24 horas al día, siete días a la semana, pero además puede ser flexible en el porcentaje de generación de cada día. Laguna Verde en 2018 generó 5.3% de la electricidad del país, y con esto se evitó la liberación de 10 millones de toneladas de dióxido de carbono, que representan cerca del 10% de las emisiones totales del sector eléctrico nacional.

 

IC: La energía nuclear es valorada de una manera por los expertos y de otra muy distinta por la sociedad en general. En este último caso está estigmatizada como muy peligrosa, cuando, según las estadísticas, es de las más seguras fuentes de energía. ¿Cuáles son a su juicio los pros y los contras de la energía nuclear?

Javier C. Palacios Hernández (JCPH): Una de las virtudes de la energía nuclear es ser una fuente limpia de energía, libre de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La densidad energética del uranio es, por mucho, mayor que la de los combustibles fósiles o de las energías renovables, lo cual le permite generar electricidad en grandes cantidades por bastante tiempo. Otra enorme ventaja de la energía nuclear es que trabaja 24 horas al día, siete días a la semana. Forma parte de las denominadas energías firmes o de carga base, porque soportan al sistema eléctrico. Una ventaja más por resaltar es el factor de capacidad en una central nuclear; en la mayoría de los países que la utilizan, esta capacidad es cercana al 90% –mayor que 90% en algunos casos–, comparada con el porcentaje de la eólica o la solar, que es del 35, del gas y el carbón, que es del 50-60, o de la hidráulica, que es del 40. La Administración de Información de Energía de Estados Unidos estima que las instalaciones fotovoltaicas tuvieron en 2016 un factor de capacidad promedio de 27%; los parques eólicos, de 35%; las hidroeléctricas, de 38%; las plantas de carbón, de 55%; los ciclos combinados, de 56%, y las centrales nucleares de 92 por ciento.

Un factor que podría considerarse pro o contra, según el enfoque, es la condición de las plantas nucleares de ser intensivas en capital al momento de su construcción, pero en su proceso de generación se vuelve un despacho muy barato, es decir, una vez que se construyó la central y se empiezan a recuperar los gastos de inversión, es de los despachos de energía más baratos en el mundo; es muy competitiva.

 

IC: El lanzamiento de las dos bombas atómicas por Estados Unidos en Japón, al final de la Segunda Guerra Mundial, seguramente influyó para la estigmatización de la energía nuclear.

JCPH: Muy probablemente. Es grande la desinformación sobre esta energía. En el imaginario colectivo se cree que estando cerca de una central nuclear se pueden recibir dosis de radiación altísimas o daños a la salud, o que un accidente va a acabar con toda la región.

Chernóbil ha sido, por mucho, el peor accidente de una planta nuclear. La unidad IV, que fue la que sufrió el accidente, dejó de trabajar, pero lo que no sabe la gente es que las otras unidades siguieron trabajando: la unidad III hasta el año 2000, la unidad II hasta 1991, y la I hasta el año 1996.

Otro accidente fue el de Three Mile Island, en Pensilvania. La unidad II, que sufrió el accidente, cerró en 1979; la unidad I siguió trabajando 40 años más, hasta 2019, aunque tenía licencia para operar hasta 2034.

 

IC: ¿Y el caso Fukushima?

JCPH: En Fukushima, por decisión del gobierno cerraron definitivamente los seis reactores de las dos unidades (Fukushima Daiichi y Fukushima Daini), pero están cerradas al interior; recordemos que el entorno se halla perfectamente habitable. Las unidades V y VI están operables y no tienen mayor problema, pero el gobierno japonés decidió cerrarlas.

Otro dato que resulta de interés es el comparativo de muertes por accidentes en las distintas fuentes de generación: nuclear, hidráulica, eólica, fotovoltaica…

A modo de ejemplo, en la generación nuclear ocurren unas 90 fatalidades por megawatt hora generado; en la eólica 150, y la hidráulica registra más de mil (véase tabla 1).

IC: ¿Cuál es el estado actual de Laguna Verde? ¿Funciona en condiciones seguras, adecuadas, eficientes? Y en este contexto, ¿qué posibilidades reales existen de repotenciarla?

JCPH: Laguna Verde tiene cosas muy buenas y cosas mejores. El pasado viernes 24 de julio se conmemoró el 30 aniversario de operación de la planta. Laguna Verde ha operado por 30 años ya con suficiencia, sin la inversión comercial. Quitando pruebas previas, comercialmente ha estado operando por 30 años generando por año entre el 4 y el 5% de la electricidad nacional. El sistema eléctrico nacional en los últimos 20 años ha crecido en el orden del 40%. Es decir que el 5% que genera hoy Laguna Verde es mucho más que el 5% que generaba hace 20 años. Esto se debe mucho a la eficiencia de las centrales nucleares; si bien la capacidad instalada de Laguna Verde es del orden del 2% del sistema eléctrico, en la generación está en el orden del 4 y 5% por año.

En 2016 se completó y aprobó una repotenciación de Laguna Verde. Se aumentó un 20% de la capacidad original de la central: creció de los 1,360 MWe originales (682 MWe instalados, 675 MWe efectivos por unidad) a 1,610 MWe (805 MWe por unidad). Pero voy a ir con otros datos más allá, por eso decía que está bien y mejor: este año Laguna Verde cumplió 500 días de operación continua, 24 horas al día, siete días a la semana. Durante 16 meses operó al 100 por ciento. El 17 de julio se le autorizó la renovación de licencia de operación por 30 años más, es decir, a partir del 25 de julio la unidad 1 de Laguna Verde tiene una licencia para operar 30 años más.

IC: ¿Es una licencia que otorga el Estado mexicano con respaldo del organismo internacional correspondiente?

JCPH: Sí. La licencia la otorga la Secretaría de Energía, pero la operación de Laguna Verde, como la de todas las centrales nucleares en el mundo, está regulada y supervisada por un organismo regulador, en nuestro caso la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), y es inspeccionada periódicamente por el Organismo Internacional de Energía Atómica.

 

IC: Según estadísticas de 2018, los combustibles fósiles son la fuente de más del 60% de la generación de energía en el mundo. ¿Cuál es el porcentaje en México hoy y qué futuro tiene la tecnología nuclear de nuestro país en dicho contexto?

JCPH: En 2018 también estábamos en México con alrededor de 75% de generación de combustibles fósiles; esto nos daba un 25%, aproximadamente, de generación de energía limpia (véase figura 1).

 

IC: Según esas estadísticas, ¿cuánto aportan al sistema nacional las energías limpias?

JCPH: La fotovoltaica generó un 3%, la eólica un 17% y la nuclear 19 por ciento.

 

IC: ¿Y cuánto aportó la energía nuclear del total de generación en ese año?

JCPH: Laguna Verde generó 4.3% de la electricidad del país (véase figura 2). El dato importante es el siguiente: con esto se evitó la liberación de 10 millones de toneladas de dióxido de carbono, que representan cerca del 10% de las emisiones totales del sector eléctrico nacional, es decir, Laguna Verde en 2018 evitó cerca del 10% del total de las emisiones del sector eléctrico.

 

IC: ¿Existe alguna propuesta de planeación de corto, mediano y largo plazo para incrementar la generación de energía nuclear, ya sea en proyectos existentes o en proyectos en elaboración?

JCPH: Existe el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (Prodesen) 2019-2033, que considera continuar con los estudios para incrementar la capacidad nucleoeléctrica del país.

 

IC: ¿Sólo en Laguna Verde, o se piensa en otras nuevas centrales?

JCPH: No está aún definido por completo dónde se debe adicionar; lo que tenemos como mandato es continuar con estudios sobre la evolución y su posible incremento. Debo recordar que en el Prodesen 2018-2032 se había programado adicionar tres reactores nucleares en 2029, 2030 y 2031: dos en Veracruz y uno en Tamaulipas.

 

IC: Según las reservas estimadas de uranio y demás factores, ¿hasta qué porcentaje de la demanda de energía en el país se podría atender con energía nuclear?

JCPH: Independientemente de las reservas estimadas de uranio, y tomando en cuenta que se espera un México transitando a la electromovilidad, considero que se debe pensar en aumentar la generación de electricidad por medios nucleares hasta el 20 o 25% de la generación total; esto es completamente factible y permitirá dar soporte de carga base a energías renovables como la eólica y la solar fotovoltaica, para tener un sistema de generación con mucho menos emisiones de CO2 que el actual.

 

IC: Desde el inicio de la construcción de la central nuclear de Laguna Verde en 1976 hasta la fecha de operación pasaron unos 160 meses. Actualmente, si se decidiera hacer una nueva unidad o una nueva planta nuclear con similares características de generación, con las nuevas tecnologías y sistemas constructivos, ¿cuánto tiempo llevaría su construcción?

JCPH: En el mundo actualmente es apreciable el cambio. El promedio de construcción de centrales nucleares está entre 58 y 60 meses. Ha habido centrales que se han construido en Japón en 42 meses, pero en promedio el tiempo de construcción actual es de 60 meses.

 

IC: ¿Cuál es hoy la principal barrera para el desarrollo de generación de energía nuclear? ¿Se da más en el ámbito ambiental, en el jurídico, el tecnológico, el político?

JCPH: Es una derivación de lo que comentábamos al principio: el peso de la desinformación en la opinión pública. Eso lleva a riesgos financieros. ¿Por qué digo esto? Tomemos un ejemplo: en Estados Unidos, la opinión pública es en 65-70% favorable a la energía nuclear.

 

IC: Es un dato importante.

JCPH: Un 70% de los estadounidenses están a favor de la energía nuclear, y sin embargo las leyes en algunos estados determinan que se hagan consultas públicas, las cuales llevaron a hacer algunos cambios. Antes se daba la licencia, se empezaba la construcción, se hacía la inversión, la opinión pública se manifestaba en desacuerdo, se hacían consultas en la localidad correspondiente, y si la población se oponía, se detenía la construcción. Se acaba de concluir un reactor en Watts Bar, Estados Unidos, cuya construcción quedó 20 años detenida porque no estaban de acuerdo.

El riesgo financiero es enorme; si la opinión pública lleva a detener una construcción, esto conduce a un incremento en el financiamiento del proyecto, a un aumento de la inversión y a influir sobre los políticos para que no apoyen algo que no va a ser popular.

 

IC: ¿Fue lo que pasó en Alemania, cuando decidieron acabar con todas las plantas nucleares, mientras en Francia es la principal fuente de energía?

JCPH: Efectivamente. Alemania tiene ahora un problema muy fuerte. Están cerrando prácticamente todos sus reactores y reemplazando con carbón. Si bien es verdad que hay días en que Alemania sólo genera con renovables, el respaldo de esas renovables es carbón; el 43% del sistema alemán se apoya con carbón, que es peor que el gas. En total va a quedar como un 10% de energía nuclear en Alemania, un 55% de generación con energías fósiles y un 30% con renovables.

Francia tiene sólo el 18% de renovables, pero el 73% de nucleares; ese es su respaldo. Y para que nos demos cuenta de cuán bueno puede ser un sistema eléctrico con energía nuclear, Alemania genera 10 veces más emisiones de gases de efecto invernadero que Francia.

 

IC: Se refirió al papel que desempeña la opinión pública a partir de la información que se le da o no se le da. ¿En qué medida considera que el manejo de la información esté condicionado por intereses económicos y políticos?

JCPH: Son muchos y muy diversos los intereses. Se puede decir que están las redes sociales como opción ante la desinformación, sí, pero sabemos que las redes sociales también se pueden manipular.

Comenté el ejemplo de que Alemania emite 10 veces más contaminación que Francia, y tiene el doble de renovables instaladas; eso la gente no lo sabe, y menos sabe que esas emisiones de 10 veces más se deben a que usan carbón para respaldar las renovables, y se cuestiona a Francia por usar energía nuclear.

 

IC: Las hidroeléctricas cumplen una función similar a las plantas nucleares en cuanto al respaldo oportuno, particularmente cuando surgen las limitaciones de la fotovoltaicas y las eólicas por su condición de intermitentes al depender de factores climáticos.

JCPH: Sí. La fuente hidroeléctrica tiene una eficiencia un poquito menor que la nuclear, pero prácticamente está disponible todo el tiempo.

Ha ocurrido que, por ciertos requisitos de los sistemas eléctricos en el mundo, le han dado preferencia a generar por medios eólicos o fotovoltaicos, y no han despachado hidroeléctricas donde las hay. Pero recordemos que en el mundo las centrales que más generan son tres grandes hidroeléctricas: una en la frontera de Brasil, Paraguay y Argentina, Itaipú, y dos en China, Tres Gargantas y Xiluodu; la cuarta, la quinta y la sexta en volumen de generación son las centrales nucleares de Hanul en Corea del Sur, Bruce en Canadá y Hanbit también en Corea del Sur.

 

IC: Señaló que se utilizan las fuentes fotovoltaica y eólica en lugar de las hidroeléctricas por “ciertos requisitos”. ¿Se refiere a requisitos de seguridad, técnicos o de intereses económicos?

JCPH: Supongo que a intereses económicos de particulares, aunque no me atrevo a asegurarlo. En países como México, yo pondría entre comillas esos requisitos, porque racionalmente deberían estar generando más las hidroeléctricas. Cuando están en su estado regular, con su capacidad apropiada, deberían estar generando mucho más que otras renovables u otras centrales de gas o de carbón.

 

IC: ¿Algún comentario final que quiera ofrecer?

JCPH: Sí, gracias. Al igual que las renovables, la energía nuclear es una energía limpia; es sustentable y es parte muy importante de la solución frente a la amenaza del cambio climático. Considero que es el mejor socio complementario de las energías renovables; es capaz de generar 24 horas al día, siete días a la semana, pero además puede ser flexible en el porcentaje de generación de cada día. También considero que es obligación del área técnica, que tiene los conocimientos de las bondades de las energías renovables y de la nuclear, transmitir de forma adecuada a la sociedad mexicana estas ventajas que tiene el uso de la energía nuclear para generar electricidad, pues deberá ser un protagonista importante en la lucha para reducir las emisiones en este planeta.

 

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