Juan Pablo Martín del Campo Martínez
Proponer soluciones integrales que garanticen la satisfacción de las necesidades de las personas y que mejoren la experiencia de viaje en sus traslados, y no solamente invertir recursos para resolver el problema del congestionamiento vial, constituirá una tarea que deberá incluir a todos los segmentos de la sociedad.
El proceso evolutivo de la Ciudad de México ha sido resultado de distintos factores económicos, sociales y culturales. El surgimiento de diversas tipologías urbanas y arquitectónicas se debe principalmente a las formas de concentración de los grupos humanos y sus necesidades. Con el fin de dar solución a la movilidad de sus habitantes, durante la primera mitad del siglo XX la Ciudad de México impulsó los tranvías eléctricos y los autobuses de pasajeros, que facilitaban los traslados de la población y, en consecuencia, algunos asentamientos alejados del núcleo central –hasta entonces identificado como el área urbana del Distrito Federal– llegaron a tener una red de tranvía de más de 600 kilómetros, incluyendo rutas como Zócalo-La Venta, que se extendía a lo largo de Tacubaya, Cuajimalpa, Santa Fe y el Desierto de los Leones.
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