Miguel Ángel Vega Vargas. Director general del Centro SCT Veracruz.
Al ser una interconexión entre el recinto portuario, el eje carretero Veracruz-Monterrey con ramal a Matamoros (vía alterna a la tradicional carretera federal 180 o costera del Golfo) y la autopista México-Tuxpan, el distribuidor vial de Tuxpan es fundamental para el dinamismo económico portuario y turístico de la región.
Por su posición geográfica, Veracruz es clave en la construcción y desarrollo de la infraestructura de comunicaciones de México. Así se tiene, por ejemplo, que las primeras rutas camineras que existieron en nuestro país se ubicaron dentro de ese bello territorio, desde los famosos tamemes que a diario le llevaban a Moctezuma marisco fresco desde el Golfo de México (de la zona de Tuxpan). Se sabe que las mercancías marítimas de la nao de China que llegaba por el Pacífico eran descargadas en Acapulco y luego transportadas por tierra hasta el Golfo de México, también a través del actual puerto de Tuxpan. Asimismo es sabido que los conquistadores, evangelizadores y colonizadores que llegaron a nuestro país durante la Conquista y el Virreinato se adentraron en él por las rutas veracruzanas.
Durante el Virreinato adquirieron forma otros caminos, por ejemplo la carretera costera del Golfo, que recorre el litoral del estado de Veracruz, la ruta Veracruz-México por la zona del Valle de Orizaba, y las famosas cumbres de Maltrata o Acultzingo.
Fue en los albores del siglo XX, con la invención del automóvil y más tarde con el auge petrolero, que estos caminos transitados por recuas y carretas se convirtieron en las primeras carreteras de la era moderna de México, las cuales han sido modernizadas durante las últimas cinco administraciones federales y en algunos casos han sido remplazadas por autopistas de altas especificaciones, de larga durabilidad y capaces de afrontar las grandes cargas y aforos vehiculares que estos tiempos demandan.
Características técnicas
El distribuidor vial de Tuxpan se ubica en el kilómetro 258+500 de la autopista México-Tuxpan. Se trata de un viaducto de 310 m de longitud y 21 m de ancho que incluye un paso inferior vehicular (PIV) sobre el kilómetro 15+957, un puente en el kilómetro 16+166, cajones de concreto reforzado en gazas 10 y 15 y un retorno tipo herradura. Se construyó con losa de concreto reforzado apoyada en 130 trabes de concreto presforzado, cimentado con 65 columnas de concreto armado cuyos diámetros son de 1.20 y 1.50 m, las cuales se distribuyeron en 12 apoyos. Aloja cuatro carriles de circulación, dos por sentido, con barrera central de concreto separadora de carriles y acotamientos en ambos extremos de la calzada.
Puedes leer el artículo completo en la revista Vías Terrestres 47, disponible en el sitio web de la AMIVTAC o en el siguiente enlace: VT 47