8 diciembre, 2023 6:32 am

Del problema a la oportunidad

Alfonso Chávez Vasavilbaso. Coordinador de Medio Ambiente, CMIC.
Martha Sofía Niño Sulkowska. Directora de Sustentabilidad Urbana, Semarnat.

Con el propósito de obtener un diagnóstico para generar líneas de acción que rompan con las barreras a las que se enfrenta la edificación sustentable en México, la CMIC, la Semarnat y la organización Sustentabilidad para México lanzaron en agosto de 2015 la Encuesta en Línea de Edificación Sustentable, con la cual se obtuvo una muestra representativa de la opinión de los distintos actores involucrados en el sector de la construcción y un primer panorama de lo que se está percibiendo y realizando en nuestro país.

 

La edificación sustentable se ha posicionado como un detonador clave de la sustentabilidad y competitividad de las ciudades. De hecho, el Objetivo de Desarrollo Sustentable 11, referente a lograr para el año 2020 que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles, establece como medida el proporcionar apoyo a los países menos adelantados, incluso mediante asistencia financiera y técnica, para que puedan construir edificios sostenibles y resilientes utilizando materiales locales (ONU, 2015).

Lo anterior ha generado distintas iniciativas que van más allá del aspecto ambiental y en las que los aspectos sociales y económicos han comenzado a tener gran relevancia para generar beneficios que se vean reflejados tanto en los usuarios como en el medio ambiente. Desafortunadamente, su implementación en las distintas realidades de las ciudades mexicanas no ha sido fácil, ya que la dispersión de iniciativas y la ausencia de líneas de trabajo claras han generado que cada uno de los eslabones de la cadena de valor del sector construcción trabaje individualmente, sin que esto conlleve la realización de un avance significativo.

En este sentido, y con el propósito de obtener un diagnóstico para generar líneas de acción que rompan con las barreras a las que se enfrenta la edificación sustentable en México, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la organización Sustentabilidad para México (SUMe), lanzaron en agosto de 2015 la Encuesta en Línea de Edificación Sustentable, con la cual se obtuvo una muestra representativa de la opinión de los distintos actores involucrados en el sector de la construcción y un primer panorama de lo que se está percibiendo y realizando actualmente en nuestro país.

Esta acción forma parte de la estrategia del Grupo de Trabajo de Edificación Sustentable de la Coordinación de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la CMIC, la cual tiene la finalidad de difundir entre los constructores la NMX-AA-164-SCFI-2013, para lograr su comprensión y adopción en el medio.

La encuesta de edificación sustentable aplicada a los actores del sector mexicano de la edificación fue respondida por representantes de los gobiernos federal y locales, inversionistas, promotores, diseñadores, contratistas, directores responsables de obra y proveedores, así como representantes del sector académico y estudiantes, lo cual ayudó a visualizar el sentir de los encuestados con respecto a la edificación sustentable. Los principales resultados se describen a continuación.

 

Retos a vencer

Una de los temas que no podía quedarse fuera de la encuesta fueron las llamadas ecotecnologías. Muchos de los encuestados manifestaron su aceptación de este tipo de soluciones, sobre todo aquellas que generan ahorros para la economía del usuario (instalación de un sistema de captación de agua de lluvia o de paneles solares, sustitución de luminarias por bombillas LED) (véase gráfica 1). Desarrollar un proyecto con una visión integral que repercuta en los aspectos mismos del diseño genera mayores beneficios, no sólo para el usuario sino también para el medio ambiente. Desafortunadamente, la percepción de este tema es incompleta.

Los encuestados tienden a preferir instalar ecotecnias que pueden generar un ahorro en los consumos de agua y energía sobre otras que pueden tener mayores impactos ambientales, como una planta de tratamiento de aguas residuales o la naturalización de azoteas.

El análisis de los resultados obtenidos puso en evidencia que, para generalizar prácticas de edificación sustentable, es necesario poner énfasis en los múltiples beneficios que este tipo de obra puede generar, especialmente los monetarios, ya que los encuestados consideran que una edificación sustentable disminuye los impactos ambientales y es más rentable porque reduce el consumo de agua y energía, así como el costo de mantenimiento (véase gráfica 2). Esto deja entrever que hace falta mayor concienciación sobre el tema del cuidado del medio ambiente como una oportunidad en la que es clave la creación de esquemas de fomento acompañados de capacitación.

Otro hallazgo importante que va de la mano con la generación de esquemas de fomento es el de transparencia en la verificación del cumplimiento de estándares de edificación sustentable. Actualmente existen distintos tipos de certificación extranjeros que por su renombre y credibilidad en el mercado son adoptados en muchas edificaciones para demostrar los beneficios de las mejores prácticas. No obstante, este tipo de esquemas de autorregulación deja de lado la exigencia del cumplimiento de normatividad vigente en nuestro país; tal es el caso de la NMX-AA-164-SCFI-2013, la cual establece los criterios y requerimientos ambientales mínimos para que una edificación sea sustentable y exige como requisito el cumplimiento de las normas oficiales mexicanas en materia ambiental y energética, entre otras aplicables a la edificación.

Los resultados de la encuesta indican que existe un mayor conocimiento en materia de esquemas  de  certificación  que  de  esquemas  de  fortalecimiento  y  tecnologías  (véase gráfica 3).

Con respecto a este tema la CMIC, con el apoyo de la Semarnat, creó la Cartilla de Autoevaluación de Cumplimiento de la NMX-AA-164-SCFI-2013, la cual pretende favorecer un acercamiento entre los constructores y la norma para promover su aplicación en las obras. Asimismo, se cuenta ya con el procedimiento de acreditación de Unidades de Verificación ante la Entidad Mexicana de Acreditación, como instancias de tercera parte responsables de evaluar el cumplimiento de la norma.

Cabe resaltar que, a pesar de los esfuerzos realizados, aún hace falta que este tipo de normatividad voluntaria sea tomada como un elemento permanente a la hora de construir cualquier clase de edificación (véase gráfica 4), hecho que puede darse a través de diversos mecanismos, como sería el caso de un programa de reconocimiento nacional al cumplimiento de los estándares de la norma mexicana, la existencia de disposiciones mínimas en materia de sustentabilidad en los reglamentos de construcción, o su adopción en cualquier proyecto de edificación; esto podrá ir tomando fuerza en el momento en que las instituciones públicas lo integren en sus licitaciones como requisito indispensable.

Mientras que siempre se hace referencia a la certificación LEED con esta sigla, las referencias de las normas nacionales son difíciles de recordar y casi nadie las incluye completas; ejemplo de esto es la NMX-AA-164-SCFI-2013.

 

Temas importantes y prioritarios

La encuesta que dio pie a estas reflexiones también ayudó a reconocer que existen temas en común entre los encuestados de todo el país que son catalogados como importantes; tal es el caso del uso eficiente del agua, la eficiencia energética y el manejo integral de los residuos. Para este último, la cámara ha realizado distintos trabajos de concienciación con los constructores sobre la minimización de los residuos y la maximización de los recursos, hecho por el que se logró el registro oficial del Plan de Manejo de Residuos de la Construcción y Demolición ante la Semarnat, una herramienta de apoyo para dar cumplimiento a la normatividad vigente que responde a la NOM-161-SEMARNAT-2011. Asimismo, se generó la Guía Rápida de Apoyo al Constructor (véase figura 1), la cual contiene un resumen de las acciones que deben realizar los constructores y actores relacionados con el manejo de residuos para el correcto cumplimiento de esta obligación y la adopción de buenas prácticas que ayuden a las empresas a volverse socialmente responsables.

Por otro lado, al preguntar a los encuestados cuáles son los temas que consideran prioritarios, aparecen nuevamente el abasto de agua y la eficiencia energética, pero algo que llamó la atención fue la identificación de la biodiversidad y el paisaje como temas poco importantes, así como ajenos a las ciudades, lo mismo que los asentamientos irregulares, la protección frente a riesgos y el cambio climático. Lo anterior se detectó incluso en los estados más vulnerables, que han sufrido el embate de algún fenómeno meteorológico (véase gráfica 5), por lo que se tendrá que trabajar en el establecimiento de diferentes acciones relacionadas con el cuidado del medio ambiente urbano.

Además de los temas mencionados, existen otros puntos importantes que a menudo se dejan de lado: lo relativo a las construcciones irregulares, la corrupción en trámites y permisos, así como la sobrerregulación, por lo que se tendrá que trabajar en conjunto con las autoridades locales para lograr congruencia y transparencia en éstos.

Todos los aspectos descritos son sin duda de gran relevancia para generar un cambio en la forma de construir en nuestro país, pero aunado a esto se encuentra el desconocimiento sobre el costo inicial que se generará al comenzar un proyecto de edificación sustentable. En este sentido, casi la mitad de los encuestados manifestó que este tipo de construcción conlleva un aumento que va del 10 al 25%, aunque una cantidad similar indicó que los ahorros que se generan son de igual magnitud (véase gráfica 6). La realidad es que no se tiene un conocimiento documentado, por lo que una línea de acción indispensable será trabajar en la generación de un análisis real del costo-beneficio, para que a partir de éste se puedan crear instrumentos y esquemas de fomento que ayuden a impulsar prácticas generalizadas de edificaciones sustentables.

Por último, en la medida en que se detectó la percepción de que el costo por generar edificaciones sustentables es más elevado, se preguntó a los encuestados qué tipo de subsidios deberían ser creados (véase gráfica 7). La principal respuesta fue que los subsidios son necesarios para incentivar a los desarrolladores, es decir, como un instrumento de fomento para realizar la transición de la edificación habitual a una sustentable, en la cual se realicen proyectos integrales que partan de estándares mínimos y adopten mejores prácticas que capitalicen las oportunidades del entorno y minimicen afectaciones al medio ambiente y a la salud humana.

 

Reflexiones

Las respuestas vaciadas en la encuesta sin duda revelan un panorama general sobre la edificación sustentable. Son de hecho un gran aporte para saber hacia dónde dirigir los esfuerzos y estrategias, así como cuáles acciones emprender para ayudar a dejar atrás los obstáculos a los que se enfrenta este tipo de edificación.

La concienciación trabajada desde las instituciones encargadas de la educación será un gran apoyo para que las futuras generaciones migren hacia prácticas de edificación sustentable, ya que al irse adoptando éstas gradualmente en las diferentes realidades de las ciudades mexicanas, detonarán la consolidación de instituciones sólidas, empresas responsables y competitivas.

La CMIC considera de gran importancia continuar sensibilizando a todos los integrantes de la cadena de valor del sector de la construcción a fin de que se adopten de mejores prácticas, por lo que en razón de los resultados obtenidos de la encuesta se puede inferir que los temas a trabajar en el marco del Convenio para el Fomento de la Edificación Sustentable suscrito con la Semarnat en 2015 son los siguientes:

  • Concienciar a los constructores y usuarios respecto a la importancia de considerar la edificación como un proceso multidimensional integral, y no como una serie de elementos independientes.
  • Concretar estrategias de difusión de la NMX-AA-164-SCFI-2013 y del Plan de Manejo de Residuos de la Construcción y Demolición de la CMIC, en las cuales se tomen como muestra proyectos emblemáticos.
  • Crear competencias laborales entre los agremiados de la cámara, con el objeto de formar capacidades nacionales para el cumplimiento de la norma y el plan mencionados.
  • Promover e impulsar estrategias para lograr la armonización de los criterios del gobierno y la iniciativa privada, así como para transparentar trámites y evitar corrupción.
  • Trabajar con los actores para generar análisis costo-beneficio que dé mayor impulso a la edificación sustentable.
  • Gestionar la creación de programas de fomento para impulsar la edificación sustentable, así como el cumplimiento de la normatividad vigente, mediante la generación de herramientas que apoyen a los constructores.

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